Santamaría, la 'presidenta en funciones' de la Generalitat, visitará Catalunya el día 24

Soraya Sáenz de Santamaría comparece ante la prensa tras el Consejo de Ministros.

Soraya Sáenz de Santamaría comparece ante la prensa tras el Consejo de Ministros. / periodico

Pilar Santos

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Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno central, ministra de Administraciones Territoriales y presidenta de la Generalitat en funciones, no ha ido a Catalunya todavía desde que empezó a aplicarse el artículo 155 (el sábado 28 de octubre). Santamaría, en la que Mariano Rajoy delegó las competencias de Carles PuigdemontPuigdemont, ha querido tener un perfil bajo respecto a Catalunya para "no herir sensibilidades", afirman fuentes del Gobierno central. En estas primeras semanas no ha querido usar el despacho que abrió en los tiempos de la operación diálogo ni tampoco hablar más de la cuenta de cómo está yendo la intervención de la Generalitat. Cada viernes hace un informe de la marcha del 155 en el Consejo de Ministros, pero no se ha filtrado ni un solo detalle del contenido.

La campaña electoral está a la vuelta de la esquina y participará en ella, según fuentes del PP, pero antes va a acudir a Catalunya a un acto que ya tenía cerrado previamente a la aprobación del precepto constitucional. Se trata de la Trobada d’Economia de S’Agaró, que ya va por la 22º edición. Santamaría la inaugurará el viernes, 24 de noviembre, por la tarde y al día siguiente será el ministro de Economía, Luis de Guindos, el que la clausure.

Bermúdez de Castro, también discreto

Según fuentes gubernamentales en Madrid y en Barcelona, la presidenta de la Generalitat en funciones no tiene ninguna intención de aparecer por el Palau en este periodo. Tampoco lo ha hecho por ahora, aseguran esas mismas fuentes, el secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, número dos de Santamaría en ese ministerio. La vicepresidenta lo mandó inmediatamente a Barcelona a supervisar el despliegue del 155 y lo está haciendo “con mucha discreción” y “manteniendo reuniones con representantes de las conselleries en unas dependencias de la Generalitat”.

Salvo los problemas puntuales que han trascendido en la Conselleria d'Exteriors (de pasividad para desmontar el Diplocat), los altos cargos y los funcionarios catalanes están colaborando con normalidad con el Gobierno central. Un hecho que ha sorprendido en la Moncloa. Rajoy se ha llegado a felicitar por ello en el Congreso