Rajoy se rebela contra la puesta en marcha exprés del referéndum

En estos días previos a la convocatoria del 1-O, Mariano Rajoy y sus ministros no dejan de participar en actos en los que cargan con dureza contra el Govern y piden a sus miembros que den un paso atrás; bajo la advertencia de que el aparato del Estado está preparado y en cuanto se pulse el botón rojo, se paralizará el referéndum; pero sin dar pistas de cuáles serán los mecanismos legales concretos que se usarán para impedir, al menos, otro 9-N. En este contexto, el presidente reunió este lunes a la Junta Directiva del PP, el máximo órgano entre congresos y, como arranque al curso político, garantizó que con “proporcionalidad, inteligencia, tranquilidad y firmeza”, de acuerdo con otras fuerzas constitucionalistas, va a preservar “la unidad de España” y “garantizar el respeto a la Constitución”.

En su discurso ante la plana mayor del PP, lamentó que la Generalitat esté en una  “huida hacia delante”, que no haya ningún líder independentista capaz de “rectificar” y lo que, en su opinión es peor, que los “extremistas” de la CUP sean los que “dirigen” el ‘procés’ e impulsan el calendario. En este contexto, se rebeló contra la idea que desliza el Govern de aprobar en un solo día, el próximo miércoles, las leyes de desconexión y la convocatoria de la consulta. “Es un nuevo disparate […] Quieren aprobar una ley ilegal, un referéndum ilegal y quitarle a la oposición su derecho al debate, algo que no se ha producido nunca en España desde que recuperamos en 1977 las libertades democráticas”, señaló, para comparar los métodos de Carles Puigdemont con los usados en su día por el régimen franquista. “Ese es el legado que algunos van a dejar en su actividad política”, remachó.

 En su opinión, el referéndum es un “absurdo” y una “estafa” a la democracia porque no puede haber ningún “gobierno democrático que vaya contra su ley fundamental”, es decir, la Constitución.

Respuesta al PSOE

Y, el mismo día en que Pedro Sánchez anunció que el jueves registrarán en el Congreso su propuesta para crear una comisión que busque una solución política al conflicto catalán, recordó que ha sido la Generalitat la que “no quiso dialogar” y avisó de que su hoja de ruta “no era negociable”. Asimismo, pidió a los socialistas que, tras el previsible choque institucional, se avengan a “dialogar” sobre un nuevo sistema de financiación autonómica y se dejen de “convocar manifestaciones”. “El PP no quiere aprobarlo en solitario, espero que estén a la altura de las circunstancias”, señaló.

En la misma línea, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, calificó la consulta de “chapuza” y apuntó a la posible responsabilidad patrimonial de sus promotores.