Sánchez prepara una ronda de contactos con los barones para tratar la investidura de Rajoy

Pedro Sánchez, durante la ejecutiva del PSOE del pasado lunes.

Pedro Sánchez, durante la ejecutiva del PSOE del pasado lunes. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Pedro Sánchez no quiere que haya sorpresas en el comité federal que el PSOE celebrará el próximo 9 de julio. La cita del organismo, el más importante del partido entre congresos, estará destinada a analizar el desenlace de las recientes elecciones generales, así como qué hacer en el intento de investidura de Mariano Rajoy. El secretario general ha estado estos días en contacto telefónico con los barones, y prepara una ronda de encuentros con ellos, según fuentes de la cúpula socialista, para la próxima semana, en la que pulsará su posición.   

Tras el alivio inicial por no sucumbir al anunciado ‘sorpasso’ de Podemos, el PSOE empieza a asimilar el resultado del pasado domingo85 diputados, nuevo suelo electoral, que colocan al partido en una complicada disyuntiva. Los socialistas insisten en que ni se abstendrán ni mucho menos apoyarán la reelección del líder del PP, pero reconocen (la mayoría en privado; algunos en público, como el extremeño Guillermo Fernández Vara) que si este no consigue los apoyos necesarios, puede que no tengan más remedio que cambiar de criterio. Tendrán que elegir entre permitir con su abstención la continuidad de Rajoy en la Moncloa o abocar a España a unas terceras elecciones, donde el PSOE teme obtener un resultado todavía peor que esta vez.

Algunos mandos cercanos a Sánchez han empezado a barajar la idea de convocar una consulta a la militancia para que esta decida qué posición tomar, pero no hay nada decidido. Los críticos con el actual líder consideran que solo se trata de un guiño a las bases, que no irá más allá, y que se entiende en un contexto en el que estas tendrán que votar próximamente (en principio en otoño) a su próximo secretario general. Sánchez quiere volver a presentarse y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ya ha avisado de que se siente legitimada para dar también el salto al liderazgo del PSOE, algo con lo que ha amagado varias veces en los últimos dos años. “Apoyamos y respaldamos las decisiones del conjunto del partido. Si el secretario general quiere tomar esa decisión [la de convocar una consulta], no seremos los andaluces los que digamos que no”, señaló este jueves en Telecinco Díaz, quien, sin embargo, se mostró más partidaria de la “democracia representativa” que de la “democracia directa”.

EL SILENCIO

Los distintos encuentros de la próxima semana pretenden aunar criterios entre los barones, muchos de ellos distanciados de Sánchez, y el propio secretario general, que desde la noche electoral ha evitado hacer declaraciones. Pese a haber obtenido el peor resultado de la historia del PSOE en este periodo democrático, Sánchez es el único candidato de los cuatro grandes partidos que no ha admitido preguntas, una actitud que en principio mantendrá hasta la próxima semana, ya que se ha tomado unos días libres, según explican en su entorno.

El silencio del secretario general ha provocado distintas reacciones dentro del PSOE. “Quizá, además de buscar una cierta desconexión psicológica, busca tiempo para ver la posición a tomar”, justifica un líder territorial que no se encuentra entre los defensores acérrimos de Sánchez. Otro dirigente, en cambio, considera “completamente inusual” que no haya “dado la cara” ante un resultado como el obtenido, una anomalía que, continúa, es aún mayor porque Sánchez decidió retrasar una semana el comité federal, que suele celebrarse el sábado siguiente de las elecciones, en lugar de dos semanas después.

No está claro si Rajoy, que este jueves inició sus contactos públicos con Coalición Canaria, habrá llamado a Sánchez para explorar su posición cuando se celebre la cita del organismo del PSOE. En cualquier caso, en este comité federal no se abordará la fecha del próximo congreso del partido, que no solo deberá elegir al secretario general sino también un nuevo proyecto político.