LA ESTRATEGIA DEL JEFE DE LA OPOSICIÓN

Sánchez moldea su perfil de estadista para batir a Rajoy

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, en su reunión con el presidente de Perú, Ollanta Humala, el pasado martes.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, en su reunión con el presidente de Perú, Ollanta Humala, el pasado martes.

PATRICIA MARTÍN / IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Mientras Mariano Rajoy abría el curso político el pasado domingo con un mitin en Soutomaior (Pontevedra) en el que intentaba que cale la idea de que Pedro Sánchez es un dirigente «radicalizado» y sin más iniciativa que ponerse en manos de Podemos, el secretario general del PSOE estaba enfrascado en una gira por Latinoamérica que concluye hoy y que le ha llevado a recorrer en una semana cuatro países: México, Colombia, Perú y Chile, y a reunirse con todos sus presidentes (salvo con el mexicano Enrique Peña Nieto, quien anuló en el último momento la cita porque realizó justo ese día una crisis de gobierno).

El objetivo del líder socialista con este viaje es hacer una «declaración de intenciones», en palabras de uno de sus colaboradores, e intentar demostrar que tiene en mente llegar a la Moncloa y reforzar desde el Gobierno la «debilitada» proyección internacional de España y, especialmente, los lazos con Iberoamérica.

No se trata de una estrategia improvisada ni que responda a la táctica coyuntural del PP de mostrar a Sánchez como un dirigente extremista y el «único» peligro para la recuperación económica, según fuentes de su entorno, sino que desde que llegó a la secretaría general del PSOE, hace ya un año, ha buscado afianzar su liderazgo, tanto de puertas adentro como hacia afuera, con un movimiento triple: intentando exhibir un rechazo radical a la corrupción, pisando la calle al máximo y tratando de erigirse como la única alternativa real al Gobierno de Rajoy.

LAS PROPUESTAS

La idea de ganarse una imagen de estadista se ha puesto en marcha lentamente desde enero, con su viaje a Washington -que no salió como esperaban porque se perdió y no llegó a tiempo a un acto en la Universidad George Mason-, su discurso en el debate de estado de la nación y su exhibición de la bandera de España, y «está ahora en un pico», según reconocen fuentes socialistas. Así, además de la gira latinoamericana, en la que ha propuesto un plan de retorno de jóvenes o derogar el voto rogado para los expatriados, el líder del PSOE volvió de vacaciones impulsando que su partido, en el debate sobre el tercer rescate a Grecia, defendiese una reforma de la UE.

Y ya en el debate sobre presupuestos, esbozó desde la tribuna cuáles serán los siete ejes que compondrán su programa electoral, en un gesto que molestó al PP y que Cristóbal Montoro intentó caricaturizar.

EL DUELO ELECTORAL

En aquel debate, Sánchez ninguneó al ministro de Hacienda y centró su ataque en Rajoy, como punta de lanza de su estrategia cara a las elecciones generales, en la que, según admiten sus colaboradores, buscará plantear «un duelo Sánchez-Rajoy», sin apenas referencias a Podemos y Ciudadanos.

Al buscar el cuerpo a cuerpo con el jefe del Ejecutivo, Sánchez intentará inocular la idea de que «solo hay dos presidentes posibles», en la búsqueda del voto útil para taponar la hemorragia de electores socialistas que ahora se decantan por Pablo Iglesias Albert Rivera. En este sentido, el socialista se presentará como el representante del «cambio que une», asevera su entorno, mientras que intentará presentar a Rajoy como el «enemigo de las clases medidas y trabajadoras».