Sánchez: "La línea roja de la izquierda debe ser poner fin a Rajoy"

Pedro Sánchez, el pasado miércoles en el Congreso, tras la firma de su pacto con Ciudadanos.

Pedro Sánchez, el pasado miércoles en el Congreso, tras la firma de su pacto con Ciudadanos. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pedro Sánchez ha incidido este jueves, un día después de haber firmado su pacto con Ciudadanos, en el mensaje, dirigido a Podemos, de que votar en contra de su candidatura es favorecer al PP. “La única línea roja de los partidos de izquierda debe ser poner fin a Mariano Rajoy”, ha dicho el candidato socialista, que la semana que viene se presentará a sus debates de investidura.

Con Podemos fuera de la negociación, al considerar el pasado miércoles que el acuerdo entre el PSOE y el partido de Albert Rivera es “incompatible” con su ideario, todo apunta que las inminentes votaciones en el Congreso (en la primera, el 2 de marzo, se necesita mayoría absoluta; en la segunda, tres días después, mayoría simple) resultarán fallidas. Pero después se abren dos meses antes de la convocatoria de elecciones, un periodo en el que Sánchez contempla volver a intentarlo, a la espera de que la fuerza morada haya cambiado de actitud.

De ahí la pregunta genérica sobre los pactos que deberán contestar las bases socialistas el próximo sábado. "El PSOE ha alcanzado y propuesto acuerdos con distintas fuerzas políticas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. ¿Respaldas estos acuerdos para conformar un Gobierno progresista y reformista?", pregunta la dirección del partido, en un referéndum interno que Sánchez anunció a principios de año como manera de sustraerse del control de los barones de su partido, distanciados del secretario general.

EL MODELO ALEMÁN

El supuesto modelo del PSOE en esta consulta es el SPD, los socialdemócratas alemanes, que en el 2013 pidieron a sus afiliados que decidieran sobre la entrada del partido en el Gobierno de coalición de Angela Merkel. Aquel fue un proceso complejo y bien organizado, con un mes de campaña antes de la votación, en la que se decidía sobre el pacto en concreto alcanzado entre la izquierda y la derecha.

En el caso del PSOE todo será mucho más apresurado, sin debates previos al referéndum y con una pregunta que no cita el acuerdo con Ciudadanos y pretende dar manos libres a Sánchez para que alcance otros pactos. “Tenemos que firmar acuerdos a distintas bandas y serán firmados después de esta consulta”, ha justificado el secretario general en la Cadena Ser.

Sánchez, por último, ha defendido que su acuerdo con Ciudadanos se limite a comprometerse a modificar la reforma laboral y la ley mordaza. Si se derogasen ambas normas, que es lo que aseguraron que harían los socialistas durante la pasada campaña, se entraría en un “limbo jurídico”, ha dicho el candidato, que también ha sostenido la vertiente territorial del pacto con Rivera. El documento, que deja de lado propuestas del PSOE como el reconocimiento de los hechos diferenciales en la Constitución, “marca un camino hacia el federalismo”, ha explicado Sánchez, ya que “propone reformar el Senado” para convertirlo en una cámara territorial.

“En Catalunya se tienen los mismos problemas que en el resto de España. El acuerdo tiene la vocación de renovar España. Esto es algo que puede abrir un nuevo tiempo político en España y en particular en Catalunya”, ha concluido Sánchez, quien ha vuelto a comprometerse a estudiar, si llega a la Moncloa, las 23 propuestas que Artur Mas entregó a Mariano Rajoy en julio del 2014 y que quedaron sin respuesta.