Sánchez intenta cerrar el debate interno y defiende el cupo vasco

JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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 El PSOE lleva días inmerso en el cuestionamiento del cupo vasco, la fórmula empleada para determinar la aportación de Euskadi a la Administración General del Estado. Los presidentes de Andalucía y Valencia, Susana Díaz y Ximo Puig, han criticado abiertamente el cálculo por sus efectos en la solidaridad interterritorial, provocando las críticas de los socialistas vascos y del lendakari, Iñigo Urkullu. Este jueves, el secretario general y candidato del PSOE a la Moncloa, Pedro Sánchez, ha intentado rebajar la polémica señalando que la posición de la cúpula no pasa por abrir ese debate.

“Los socialistas se sienten a gusto y cómodos con el concierto y el cupo vasco. El verdadero debate está en actualizar el sistema de financiación autonómica, una de las tareas pendientes para la próxima legislatura”, ha dicho Sánchez en Oviedo.

LAS "DEFICIENCIAS"

“La gran ventaja del PSOE es que lo tiene escrito. El 6 de julio del 2013 se aprobó una declaración en la que se plantea cuál es nuestro modelo constitucional. En ella se reconocen dos cosas que no están puestas en cuestión: la primera es el concierto vasco y la segunda, el cupo vasco”, ha continuado el jefe de la oposición, en referencia a la conocida como Declaración de Granada, en la que los barones pactaron su propuesta de reforma federal de la Carta Magna. El texto defiende el cupo, pero también señala que hay “deficiencias” en su cálculo. “Las instituciones del concierto y el convenio del País Vasco y Navarra deben seguir manteniendo reconocimiento constitucional, sin perjuicio de perfeccionar algunas de sus deficiencias en su aplicación práctica”, asegura la declaración.

Los socialistas catalanes, que hace dos años plantearon introducir elementos correctores para eliminar el “privilegio foral”, también han entrado en el debate. “Cupo sí; cuponazo no”, ha dicho su líder, Miquel Iceta, en una posición similar al del valenciano Puig, que considera que este instrumento “produce asimetrías” entre los territorios. El propio Sánchez defendió la semana pasada “modificar y actualizar” el cálculo sin cambiar “su esencia”.