Pedro Sánchez apuesta por más impuestos 'verdes' y para las grandes empresas

Pedro Sánchez, ayer en el Palacio del Elíseo de París, tras reunirse con el presidente francés, François Hollande.

Pedro Sánchez, ayer en el Palacio del Elíseo de París, tras reunirse con el presidente francés, François Hollande.

JUAN RUIZ SIERRA / GEMMA ROBLES / MADRID

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El PSOE presenta hoy una de los apartados más esperados de su programa electoral: el que atañe a la la reforma fiscal. El documento, de 12 páginas, se compromete a "reducir el déficit público hasta dejarlo en el entorno del 1% del PIB al final de la próxima legislatura", en el 2020. Esta iniciativa, de entrada, implicaría tirar por tierra el objetivo pactado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con la Unión Europea, que se sitúa en el 0,3% para el 2018, como paso previo para el ansiado 'déficit cero' que siempre han defendido los conservadores. Para lograr esta meta, los socialistas plantean renegociar con Bruselas, "aprovechando los nuevos mecanismos de flexibilidad que ofrece la Comisión gracias a un comisario socialista [el francés Pierre Moscovici], alejados de la anterior política austericida".

Pero hay más. De ganar las elecciones el 20-D, o de poder gobernar -en estas elecciones todos los escenarios son posibles, según las encuestas-, Pedro Sanchez tiene pensado aumentar la presión fiscal sobre grandes empresas; recuperar impuestos como el del patrimonio y crear y modificar otros de índole medioambiental. El objetivo final, dicen, es evitar la tributación excesiva sobre la renta anual y el factor del trabajo. "Aspiramos a desplazar el peso de la carga tributaria, en parte, hacia la riqueza y el uso de recursos naturales finitos", advierten.

RECUPERAR PATRIMONIO

En este sentido, plantean una reforma "integral" de la tributación sobre la riqueza "para acabar con la actual descoordinación entre el IRPF, impuesto de sociedades, impuesto de patrimonio e impuesto de sucesiones y donaciones". Según el PSOE, llevará algo de tiempo transitar ese camino por lo que, como paso previo, apostarán por proponer "un mínimo común en todo el territorio nacional tanto en el impuesto de sucesiones como en el de patrimonio, para evitar en la práctica su vaciamiento" por parte de las comunidades autónomas.

El impuesto de patrimonio fue derogado por el Ejecutivo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2008, alegando que perjudicaba especialmente a la clase media. Su vicepresidenta económica, Elena Salgado, admitió después que había sido un error terminar con esa figura fiscal, medida que se adoptó antes de que la crisis fuera virulenta.

SOCIEDADES, AL 15%

La reforma fiscal de Sánchez también aboga por "reformar en profundidad el impuesto de sociedades", estableciendo una tributación mínima del 15% sobre el resultado contable de las grandes empresas. Actualmente la tasa de dicho impuesto varía según las compañías. Gracias a deducciones y créditos fiscales, las empresas más potentes en beneficios acaban tributando en la práctica por un tipo cercano al 5%, mientra que las pequeñas y medianas llegan a hacerlo por encima del 20%.

Impulsar el impuesto de transacciones financieras (ITE) en la UE y un nuevo marco de fiscalidad ambiental son las otras dos piezas que, junto a las medidas de lucha contra el fraude, completan el programa socialistas con el que se pretende elevar la presión fiscal desde el entorno actual del 38% a la media europea (o una cifra cercana) que se encuentra en el 45% del PIB. Este salto implicaría una mayor recaudación, estimada en unos 70.000 millones de euros al final del periodo.

FISCALIDAD PARA ENVASES

En el terreno de la fiscalidad medioambiental, el PSOE plantea la creación de nuevos tributos (sobre residuos de envases, embalajes y bolsas, por ejemplo) y la fusión de los actuales impuestos de matriculación y circulación, de acuerdo con las autonomías.

En el otro gran pilar de este esfuerzo, la lucha contra el fraude, el partido plantea incrementar en 5.000 empleados los efectivos de la Agencia Tributaria en cuatro años. En este capítulo, los socialistas recuperan su compromiso de cambiar la ley para poder publicar los nombres de los defraudadores que se han acogido a la polémica amnistía fiscal. También se exigirá que los bancos notifiquen qué clientes tienen cuentas en paraísos fiscales. En caso de no colaboración, perderían la licencia bancaria.

NUEVA EXCEDENCIA

Por último, se incluye un aspecto de tipo laboral. "Crearemos la excedencia para emprender, con reserva de puesto de trabajo, a aquellas personas que inicien un proyecto empresarial", señala el documento. Esta iniciativa implicaría que aquellos trabajadores que quieran iniciar su propia empresa tuviesen derecho después a volver a su antiguo empleo en caso de fracaso.