Rull y Colau lamentan que Rajoy no invierta en la Sagrera

Al margen de si son muchos millones o si son pocos, de si están bien o mal repartidos, de si bastarán para solucionar los problemas que padece Catalunya en materia de infraestructuras, en la lista de inversiones previstas por el Gobierno hasta el 2020, anunciadas por Mariano Rajoy el martes, llama la atención una ausencia: el boquete ferroviario de la Sagrera. Por ello, y de manera algo incrédula, el Govern y el Ayuntamiento de Barcelona han mandado este miércoles una carta al Ministerio de Fomento en la que comparten su inquietud sobre el futuro de esta obra. 

La misiva la firman el 'conseller' de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, y la teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz. El destinatario es Julio Gómez Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras y presidente del consejo de administración de Barcelona Sagrera Alta Velocidad, empresa en la que también están representadas las Administraciones catalanas y creada para gestionar y controlar los trabajos en el entorno de la Sagrera y Sant Andreu.

"ESCASOS AVANCES"

La carta no evita un cierto tono entre irónico e indignado. Aseguran "observar con preocupación" el estado del proyecto y "los escasos avances en el desarrollo de las obras de la estación del AVE de la Sagrera". Dicen 'escaso' porque sería falso afirmar que no se hace nada. Se ha licitado, por valor de 30.000 euros, un carril bici que debe rodear lo que ahora es una cicatriz, la mayor brecha urbana de la capital catalana. Teniendo en cuenta que el presupuesto total asciende a 2.250 millones de euros, esos 30.000 euros no parece que vayan a suponer un gran avance. El proyecto se apalancó sobre la explotación inmobiliaria del entorno: oficinas, centros comerciales y vivienda, el 40% de la cual debía ser protegida. La crisis del ladrillo obligó a replantear el dibujo. Y por ahora, no hay fecha para el retorno de las máquinas. 

A todo ello, prosigue la misiva, "no contribuye a mitigar esta preocupación el hecho de que, entre las inversiones a realizar en Catalunya, según lo anunciado ayer por parte del presidente del Gobierno, no se identifiquen las correspondientes a esta infraestructura". Como cierre, la carta solicita una reunión, "en el plazo de tiempo más breve posible", de la empresa gestora del proyecto.

EL GESTO CON CATALUNYA

Además de la ausencia de la Sagrera y de la incredulidad general del 'president', Carles Puigdemont, ante las promesas de Rajoy, el presidente del Gobierno central ha sembrado malestar en algunas autonomías, que miran con recelo el gesto hacia Catalunya, informa Pilar Santos. Los presidentes de Castilla y León y Madrid, Juan Vicente Herrera, y Cristina Cifuentes, respectivamente, ambos del PP, pidieron que se atiendan también las demandas de sus gobiernos en infraestructuras. "Me alegro por mis compatriotas de Catalunya y espero que el Gobierno de España también responda a las demandas muy modestas de la Comunidad de Madrid", reclamó Cifuentes. Una advertencia que también le llegó al jefe del Ejecutivo desde Andalucía y Extremadura, gobernadas por el PSOE.

Rajoy, en la rueda de prensa que ofreció en Malta, donde participó en una cumbre del Partido Popular Europeo, intentó enviar un mensaje de tranquilidad y dijo que una vez que se ha superado lo "peor" de la crisis está en condiciones de hacer más inversiones "en Catalunya y en el resto de España".