REVISTA DE PRENSA

La ruina de las preferentes y Bankia, Gürtel y Bárcenas, los ERE y las víctimas de ETA, en portada

La derecha mediática y política desacredita el acoso de los desahuciados a parlamentarios del PP tachándolo de matonismo y kale borroka

El País, 23-03-2013.

El País, 23-03-2013. / periodico

XAVIER CAMPRECIÓS / Barcelona

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Llevamos años arruinándos dìa a día, en sentido literal, material, ética y políticamente, personal y colectivamente. Pero igual a algún turista documentado le resultará chocante que ninguno de los cinco diarios generalistas de la capital del reino de España que gobierna Mariano Rajoy tenga a bien abrir hoy sus portadas con la ruina de las pérdidas masivas de las quitas (60% o más) de las preferentes de muchos miles de clientes de las cajas nacionalizadas (Catalunya Banc, Novagalicia y Bankia) y las de los 400.000 accionistas de Bankia que lo pierden casi todo (la acción queda a un céntimo, aunque los sacrosantos mercados de este reino de la especulación financiera digan que la cotización en bolsa de esta entidad vale tanto como Apple y más que Exxon o Google, como cuenta Miguel Jiménez en El País).

Las portadas

El doble asunto ruinoso --anunciado en vigila de la Semana Santa, como merecen las nuevas más controvertidas cuando se pueden administrar-- abre las portadas de EL PERIODICO, La Vanguardia y El Punt Avui. Es segundo tema de primera página en El País, tercero en El Mundo y La Razón, quinto en Ara, y ni siquiera aparece en las portadas de Abc y La Gaceta.

¿Qué alternativa hay? Pues las noticias que deparó la jornada sobre Luis Bárcenas, la trama Gürtel y la financiación ilegal del PP, que todo va cuadrando, por más que el extesorero declarara anoche en Intereconomía: "Aún no sé de qué me están acusando". Con eso abren El País y La Gaceta.

Y las nuevas sobre los ERE. A saber, que UGT y CCOO habrían recibido sobrecomisiones por valor de 4,3 millones de euros y que la Guardia Civil busca con un georradar otros 2,7 millones que el principal comisionista, el exugetista Juan Lanzas, habría enterrado en un zulo. Con eso abren El Mundo y La Razón.

Con los 857 nombres de las víctimas de ETA que Antonio Basagoiti (PP) tuvo a bien echar en cara a los diputados de Bildu, leyéndolos uno a uno, en la misma sesión del Parlamento vasco en la que PP, PNV y PSE firmaron "un suelo ético" para la paz dando la vuelta a una iniciativa de los sucesores de Batasuna. Con eso abre Abc.

Y, finalmente, con que Artur Mas quiere al PSC y a ERC en el Govern. Con eso abre hoy Ara.

El Gobierno machaca a los medios

Por lo demás, más que la sobrerruina que traen hoy las preferentes y Bankia, a El Mundo y Abc les duele como una puñalada trapera que el Gobierno de Rajoy haya dado cumplimiento a una sentencia del Tribunal Supremo que anuló por un defecto de procedimiento la asignación de canales de televisión multiplex que había hecho el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que deja sin nueve canales Unidad Editorial, Vocento, Antena 3 y Telecinco. "Un Gobierno que machaca a los medios", se titula el editorial de El Mundo, que suma un análisis de Víctor de la Serna ("Daño brutal y evitable"). El editorial de Abc, que va en el mismo sentido, lo titulan "El precio de reordenar la TDT".

Otra pifia de Wert

Y añádanle, al menos para El Mundo, que el ministro José Ignacio Wert la vuelve a pifiar con "su parche al parche de la ley Sinde" sobre los derechos de autor y la piratería en internet. Titulares: "Ley de propiedad intelectual contra (casi) todos. Wert defiende a Google en la presentación del anteproyecto de reforma legislativa. 'Esta ley se carga la industria cultural española', dicen las entidades de gestión".

"...Y aquí no pasa nada"

Con todo, el gran asunto de fondo sigue siendo el debate sobre la movilización activa de los antidesahucios de la PAH sobre los parlamentarios del PP. Es lo que llaman el 'escrache', que en las páginas de Abc y La Razón se cataloga de matonismo y de kale borroka sin serlo, que aquí nadie va encapuchado ni quema nada. Y más en estos tiempos. Porque lo primero es el fondo y el paisaje. Que lo pone Lucía Méndez (El Mundo) en una columna titulada "... Y aquí no pasa nada". Ahí va:

"Los directivos de Caja Madrid se repartieron 71 millones de euros en sueldos, bonus, pagos en especie y fondos de pensiones, mientras llevaban a la quiebra a la entidad. Por su culpa tuvimos que pedir un rescate que estamos pagando todos. Y no pasa nada. Blesa y sus secuaces irán de vacaciones en Semana Santa tan ricamente.

En las Cortes valencianas el grupo parlamentario de los imputados es el tercero de la cámara, con 11 diputados que militan en el PP. Y no pasa nada. En el Parlamento de Catalunya, el grupo de los imputados tiene cuatro miembros, 3 de CiU y 1 del PSC. Y no pasa nada. Los comisionistas de los ERE se llevaron 50 millones procedentes del presupuesto de la Junta de Andalucía por intermediar en el despido de miles de trabajadores. Y no pasa nada.

Un juez de la Audiencia Nacional investiga si destacadas personalidades del Gobierno y del PP cobraron sobresueldos. Cuatro años después de iniciada la investigación, la Fiscalía ha descubierto conexiones entre el dinero del PP y la trama Gürtel. Y no pasa nada, porque Luis Bárcenas mandó durante 19 años en la sede, pero ahora nadie conoce a nadie. Ana Mato sigue siendo ministra. Y no pasa nada.

El jefe de los servicios secretos españoles dice a los portavoces del Congreso que coincidió ocasionalmente con la comisionista Corinna, amiga entrañable del Rey, y que cambiaron impresiones sobre el conflicto de Oriente Próximo. Y no pasa nada. Como si el director de la CIA hubiera dicho a los congresistas americanos que hablaba con Monica Lewinsky de las pruebas nucleares de Corea del Norte. Todo muy normal. IU pregunta en el Congreso si el Rey cobró comisiones. Y no pasa nada.

Los accionistas de Bankia han perdido el valor de su inversión y los tenedores de preferentes entre el 36% y el 61% de sus ahorros. Y no pasa nada porque España no es Chipre. La duda ofende.

El 21,8% de los españoles vive en situación de pobreza relativa y tres millones están al borde de la exclusión social. Pero no pasa nada. El presidente del Gobierno está muy tranquilo con la prima de riesgo en 347 puntos y el líder de la oposición ha creado una Comisión de Igualdad en el PSOE. No pasa nada hasta que pase".

En contra del 'escrache'

Más allá de este cuadro, El País sirve un cara a cara a propósito de la protesta de los antidesahucios ante las casas de los pàrtamentario del PP. Fernando Savater defiende que es "democráticamente intolerable". Así lo titula. Ahí va el final:

"Que se vean [los parlamentarios] escarnecidos en sus vecindarios, coaccionados con simulacros de linchamiento y se intimide a sus familias no solo es democráticamente intolerable sino que arroja sombras de sospecha sobre la “espontaneidad” de los que protestan. Quienes se desgañitan diciendo que si no se les hace caso no hay democracia son poco de fiar. Porque la democracia consiste también en procedimientos, garantías y respeto institucional: lo demás es demagogia y populismo, o sea democracia basura. El que crea que una buena causa justifica malos modos debe recordar que abre la puerta a que sean empleados para otras menos de su gusto: hoy puede ser para acabar con los desahucios, pero mañana para abolir la despenalizacióin del aborto o la doctrina Parot, quizá para reivindicar la pena de muerte. Bienvenida la participación más amplia y enérgica de los ciudadanos, no de los borrokas".

A favor del 'escrache'

Y Guillem Martínez, discrepa, planteándose "¿qué derechos le queda a sociedad frente a la coacción que recibe?" Así acaba:"El 'escrache' es una manera de coacción democrática. Las hay. Son antiguas y modularon, en su día, el nacimiento de los derechos sociales: huelga, la protesta, la manifestación. La sociedad empieza a saber mucho de coacción. Y puede discernir entre la coacción posdemocrática ¿la reducción de derechos que sufre¿ y las formas de coacción que utiliza en su defensa. El pensador francés Pierre Rosanvallon habla un poco de ello cuando, al tratar del futuro de una democracia en crisis, dibuja un quinto poder, consistente en la ciudadanía en la calle, modulándola. Quizás eso --la posdemocracia y la ciudadanía en la calle-- es lo que está pasando".