ACTO DE ESTADO

Rouco reivindica la unidad de España en el funeral de Suárez

El cardenal arzobispo de Madrid considera que el país corre peligro y los "hechos y las actitudes" que provocaron la guerra civil "la pueden volver a causar"

PILAR SANTOS / Madrid

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El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha aprovechado la homilía que ha pronunciado en el funeral de Estado del presidente Adolfo Suárez para reivindicar la unidad de España y la necesidad de trabajar por ella. A su juicio, España corre peligro y los "hechos y las actitudes" que provocaron la guerra civil "la pueden volver a causar".

En una ceremonia presidida por los Reyes en la Catedral de la Almudena de Madrid, con el Gobierno casi al completo, todos los presidentes autonómicos y una destacada representación diplomática, la familia del primer presidente de la democracia ha dado su último adiós al primer presidente de la democracia. 

Rouco ha glosado la figura de Suárez y ha destacado su "rectitud y fortaleza", que fueron "ejemplares", ha dicho, "en uno de los momentos más cruciales y delicados de su historia contemporánea". Es en ese contexto, en el que el arzobispo ha pedido que se rece por él y "¿cómo no?, también por España". Rouco ha pedido aprovechar el ejemplo de Suárez, extraer las "consecuencias personales y colectivas" para mirar "al bien de España, a su presente y a su futuro". "La concordia fue posible con él. ¿por qué no ha de serlo ahora y siempre en la vida de los españoles, de sus familias y de sus comunidades históricas", se ha preguntado, antes de asegurar que fue el artífice de "superar para siempre la guerra civil". 

Varios centenares de personas han podido entrar a la Catedral de la Almudena para poder despedir a Suárez, aunque muchas más se han quedado a las puertas del templo por problemas de espacio. Entre los representantes extranjeros destacan un jefe de Estado, el ecuatoguineano Teodoro Obiang, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, así como el primer ministro marroquí, Abdelilah Benkirán; los viceprimeros ministros del Reino Unido, Nick Clegg, y de Portugal, Paulo Portas, y el vicepresidente argentino, Amado Boudou.