Romeva ultima un programa «instrumental», no de gobierno

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FIDEL MASREAL/ Barcelona

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Los partidos ultiman sus programas electorales cara al 27-S. Todos con su acento ideológico correspondiente. Pero en el caso de la candidatura Junts pel Sí, se trata de un texto «instrumental» porque, según explicó ayer el cabeza de lista por Barcelona, Raül Romeva, «no es un programa de gobierno» sino que pretende antes que nada poner el énfasis en la falta de «herramientas» para poder gobernar y la necesidad de abordar la secesión.

Será un programa, explicó el exeurodiputado de ICV, que encajará las distintas sensibilidades ideológicas presentes en la lista y que están presentes en la comisión que redacta el texto. Pero lo importante, según Romeva, no son tanto las propuestas de gestión como subrayar la insuficiencia del autogobierno para gobernar. El debate de la gestión ya llegará, añadió, cuando se celebren unas nuevas elecciones, estas sí con confrontación de ideas. Elecciones constituyentes que Romeva espera que lleguen «tan pronto como sea posible».

Pero hoy por hoy, afirmó, «no hemos de debatir sobre las migajas, hemos de debatir sobre algo mucho más grande, porque de lo contrario no saldremos adelante; entiendo que es una situación excepcional. Iré a los debates a explicar el sentido de esta excepcionalidad y porque la lista es lo que es», añadió. Una afirmación con la que explicó la actitud que adoptará en los debates de la campaña electoral cuando se aborde la actuación del actual Govern.

SITUACIÓN EXCEPCIONAL / La intención es transformar la candidatura, el programa y los objetivos para no darles «una lógica autonómica», pese a que se trate de unos comicios al Parlament. La meta consiste en demostrar la dificultad que existe, según Junts pel Sí, para llevar a cabo cualquier acción de gobierno debido a la falta de instrumentos.

Los mensajes se supeditan a este discurso independentista. Por ello, al ser preguntado sobre las palabras del líder de ERC, Oriol Junqueras, diciendo que se siente más cercano a la CUP que a Mas en política social, o al ser requerido sobre la apelación del conseller Germà Gordó al concepto de «països catalans», Romeva lanzó balones fuera diciendo que la diversidad enriquece su candidatura.

Romeva también eludió entrar en el debate sobre la reforma constitucional. Contudentemente, afirmó: «No nos creemos ninguna propuesta de reforma constitucional que no pase por tener en cuenta las demandas que se han hecho» desde Catalunya. «No hay voluntad ni ganas de un debate serio» al respecto, zanjó el candidato.

Por otra parte, ayer Romeva anunció una «fiesta» que celebrará su candidatura el próximo viernes en la avenida Lluís Companys de Barcelona con todos los candidatos y con los ciudadanos que simbólicamente se han apuntado también como «candidatos». Actualmente son más de 42.000 pero Junts pel Sí espera llegar a los 100.000. Será «una fiesta para celebrar que hemos llegado a un acuerdo y para hacer lo que muchos nos piden: capitalizar estas ganas colectivas y hacer visible la revuelta de las sonrisas».