Rivera ya se ve en el Govern y CiU subraya que sigue en cabeza

ERC dice que el test serán las municipales y el PSC relativiza el auge de Podem y C's

Albert Rivera, tras su intervención en el foro ABC Deloitte, ayer en Madrid.

Albert Rivera, tras su intervención en el foro ABC Deloitte, ayer en Madrid. / periodico

RAFA JULVE / JOSE RICO / BARCELONA

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Todos los partidos se aferraron ayer al mantra de que las encuestas hay que tomarlas con cautela porque después llegan las elecciones y las dejan en evidencia. La mayoría, preguntados por el último barómetro de EL PERIÓDICO, subrayaron la «volatilidad» del momento político e insistieron en que queda mucho partido hasta el 27-S, pero después no hubo ninguno que no intentara ver el vaso medio lleno. O más lleno aún. Como Ciutadans, que ve al alcance arrebatarle el liderato a una CiU que se reconforta con mantener el primer puesto con la que está cayendo.

Albert Rivera no escondió su satisfacción ni en la sesión de control parlamentario al Govern. Animado por el sondeo de este diario, que le propulsa de los nueve diputados actuales hasta los 23-24, el líder de Ciutadans aprovechó su cara a cara con el president Artur Mas para dar por hecho que su partido gobernará la Generalitat en el futuro. Por ello, exigió al mandatario nacionalista que no le deje como herencia «unas estructuras de Estado que se tendrán que desmontar».

En los pasillos de la Cámara, Rivera resaltó que su partido está a solo 2,3 puntos en porcentaje de voto de CiU (que pasaría de 50 a 31-32 diputados), pero evitó confirmar si él será el candidato a las autonómicas. «Lo anunciaré en junio», recordó. En sus filas, muchos dan por hecho que se presentará a las elecciones generales, y no pocos entienden que pese a ello también debería ser el cabeza de lista el 27-S porque no tienen mejor baza para enfrentarse a Mas, quien, en respuesta a la popular Alicia Sánchez-Camacho, aconsejó a sus rivales que no hagan pronósticos «sobre una mayoría u otra» porque puede haber «sorpresas monumentales». Algunas voces del PPC, por cierto, opinaron que el sondeo (les da 12-13 escaños frente a los 19 actuales) demuestra que inician la remontada.

ESPOLEAR AL SOBERANISMO / También en CiU prefirieron pensar en positivo: admitieron que «queda mucho por hacer», pero resaltaron que siguen en cabeza pese a la crisis, el caso Pujol y el desgaste de gobierno. «Muchos querrían llorar con nuestros ojos», sostuvo un dirigente.

En cuanto a ERC (pasaría de 21 a 27-28 diputados), una fuente del partido centró el primer test real del 27-S en las elecciones municipales. Al mismo tiempo, destacó que es evidente que el soberanismo es cosa de tres (al sumar a la CUP, que saltaría de 3 a 9 parlamentarios) y se mostró confiada en que el barómetro publicado ayer  sirva como revulsivo para que se movilice el electorado independentista que se haya podido quedar traspuesto entre tanto pique entre Artur Mas y Oriol Junqueras.

Para el PSC (de 20 a 10 escaños), en cambio, «el soberanismo ha tocado techo». Los socialistas, que valoran que ya no caen más en los sondeos, calificaron de «burbuja demoscópica» la pujanza de Ciutadans y Podem, mientras que en  ICV-EUiA (de 13 a 8-9 diputados) trataron de sacar fuerzas de flaqueza y sostuvieron que el barómetro les da la razón en la necesidad de una alianza de la izquierda alternativa. Podem (11-12 plazas) lo volvió a rechazar.