EL PULSO SOBERANISTA

El referéndum 'a la canadiense' reabre la división en el PSC

Miquel Iceta, detrás de Àngel Ros, Meritxell Batet y Núria Parlon, en una reunión del consejo nacional del PSC.

Miquel Iceta, detrás de Àngel Ros, Meritxell Batet y Núria Parlon, en una reunión del consejo nacional del PSC. / periodico

ROGER PASCUAL / BARCELONA

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El referéndum 'a la canadiense' no solo ha reabierto la herida entre el PSC y el PSOE. También ha devuelto la división al propio PSC. Una brecha que se hizo evidente el sábado en la reunión del consejo nacional del partido, que convocó para los días 5 y 6 de noviembre el congreso en el que se someterá a debate la polémica ponencia que incluye la consulta.

La discusión sobre este punto fue muy acalorada. Según fuentes presentes en la reunión, una decena de consejeros criticaron que el partido vuelva a la casilla del referéndum, opción que el PSC había incluido en su programa electoral del 2012 para luego excluirla en el del 2015. Otras voces, por el contrario, defendieron que se hubiera puesto negro sobre blanco la apuesta por la ley de la claridad canadiense que habían defendido con anterioridad y sin despertar ninguna polémica tanto Miquel Iceta como Carme Chacón.

Fueron varios los miembros del consejo que reclamaron que se suprimiera de la ponencia política la propuesta de una consulta sobre la independencia de Catalunya en caso de que fracase la reforma constitucional que plantean los socialistas. "Los socialistas propondríamos al conjunto de los españoles otros instrumentos democráticos (por ejemplo, una ley de la claridad como la canadiense) que establecieran la condiciones para, si procede, verificar el apoyo ciudadano a una eventual secesión", reza la frase de la discordia.

¿HABÍA QUE VOTAR EL TEXTO?

Desde la dirección se planteó aplazar el debate hasta la negociación de las enmiendas a la ponencia congresual. Fuentes del consejo nacional aseguran que, en anteriores ocasiones, el máximo órgano entre congresos del PSC votaba en un mismo bloque la convocatoria del cónclave, su reglamento, el calendario y la ponencia. Pero esta vez se votaron por separado los tres primeros puntos, mientras que, con apenas un 10% de los 82 miembros del consejo presentes, se optó por dejar la ponencia sin refrendar. Los críticos afearon esta decisión, pero la cúpula sostiene que los estatutos no obligan a someter a votación los borradores de ponencias. En cualquier caso, el debate en los próximos cuatro meses se augura muy intenso.

Importar la ley de la claridad canadiense a Catalunya pasaría por, tras un pronunciamiento de una mayoría reforzada del Parlament, las Cortes deberían solicitar al Gobierno la convocatoria de una consulta, con una pregunta clara. En caso de victoria de la secesión, para hacerla efectiva sería necesaria la reforma de la Constitución.