La reconciliación

Sánchez y Zapatero se reencuentran en la presentación del libro del exministro Sebastián sobre la miopía económica previa a la crisis

Reencuentro 8José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián y Pedro Sánchez, ayer en Madrid.

Reencuentro 8José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián y Pedro Sánchez, ayer en Madrid.

JUAN RUIZ SIERRA
MADRID

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José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez aprovecharon ayer la presentación de un libro de Miguel Sebastián, ministro del primero y maestro del segundo, para escenificar su reconciliación. Llevaban tiempo apartados. El expresidente ayudó hace año y medio a que Sánchez llegara al liderazgo del PSOE, pero unos meses más tarde comenzó a distanciarse. Fue debido a una de las medidas más traumáticas del último Ejecutivo socialista, la reforma exprés de la Constitución que instauró el principio de estabilidad presupuestaria, de la que Sánchez renegó en parte el pasado noviembre, provocando el malestar de Zapatero y también de Sebastián, quien criticó la iniciativa del ahora candidato a la Moncloa.

Pero todo eso, y algún roce más, parece haber quedado ahora aparcado. El reencuentro, a dos meses y medio de las generales del 20 de diciembre, se produjo durante la puesta de largo de La Falsa Bonanza (editorial Península), un texto en el que Sebastián se detiene en la incapacidad de los gobiernos de José María Aznar y Zapatero -es decir, en su propia incapacidad- para reparar las carencias económicas de España antes de que estallara la crisis. «Embriagados por la actividad económica y el empleo, no quisimos ni oír hablar de dificultades estructurales, de desequilibrios o de crecimientos sostenibles», escribe. En otro momento, el extitular de Industria es aún más contuntende. «Sí, se me fue la olla. Se nos fue la olla», asegura.

Zapatero, que no se mostró por completo de acuerdo con el rotundo diagnóstico de Sebastían, empleó el final de su intervención para proclamar su apoyo a Sánchez. «Tienes una alta responsabilidad y vas a tenerla más. Lo normal es que te lluevan consejos. Vamos a intentar que sobre todo te lluevan las ayudas», le dijo a su sucesor.

El candidato, para quien la España actual tiene más que ver con la de 1982 que con la del 2004, cuando Zapatero llegó al Gobierno central, correspondió con rapidez. Dejando de lado que en varios momentos recientes el exlíder socialista había mostrado sus preferencias por Susana Díaz, la presidencia andaluza, para ocupar el lugar de Sánchez, dijo: «Siempre me he sentido respaldado, siempre he agradecido tus sabios consejos. Si hay alguien que me ha mostrado su apoyo ha sido José Luis».