Rajoy vende unos Presupuestos para «una fase de crecimiento»

El gasto social en las cuentas del 2016 pierde peso al reducirse la partida para desempleo

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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Del aterrizaje forzoso en una crisis al despegue hacia el progreso. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una intervención sazonada de datos económicos positivos, afirmó ayer, al presentar el proyecto de ley de los presupuestos del Estado para el 2016 aprobado por el Ejecutivo, que con estas cuentas «se cierra una etapa dificilísima y se abre un nuevo periodo de crecimiento sostenido y de empleo».

No dudó en insistir, como ya hizo en las jornadas del Cercle de Economia en Sitges en junio, en que con esta política económica España «puede entrar en el periodo de bienestar más largo de su historia».

En la comparecencia previa a las vacaciones estivales para hacer balance, convencido de haberle dado la vuelta a la situación económica, Rajoy destacó que en las cuentas del año que viene, el 53,5% de los recursos se destinará a gastos sociales. Esa proporción supone un incremento del 3,8% con respecto al ejercicio actual, según el Gobierno, si se excluye la partida de gasto por desempleo, que se reduce. Si, en cambio, se compara con la misma base de cada ejercicio, el gasto social pierde casi un punto al suponer 53 de cada 100 euros del presupuesto frente a los 53,9 del ejercicio actual.

En todo caso, Rajoy lanzó guiños sociales, dirigidos a los empleados públicos y a las familias. El proyecto de ley, que entrará en el Congreso de los Diputados el martes que viene, mantiene la «enorme tarea de la consolidación fiscal», una tarea, dijo, «ingrata y difícil», que «nos ha permitido salir de la crisis».

Con una lluvia de datos positivos y subrayando que España es el país de la OCDE en la que más crece el empleo, el presidente del Gobierno recordó que el tránsito por la recesión se ha realizado «manteniendo los pilares del estado del bienestar». Tras ese periodo, España será el país que, con el 3,3%, más crecerá de la Unión Europea (UE), e incluso más que EEUU, destacó.

El jefe del Ejecutivo afirmó que en el 2016, el Gobierno gastará el 4,4% menos, gracias a los «ahorros del crecimiento económico», menos paro y menos intereses por la deuda. El ajuste, sentenció, vendrá ahora, no por la vía del recorte del gasto, sino por el crecimiento económico. Por ello prevén un aumento de la recaudación antes de la cesión a las autonomías y los ayuntamientos, del 4%, hasta los 193.520 millones, por encima del crecimiento de la economía.

PERSONAL E INVERSIÓN

La partida de gasto que más crecerá será la de personal, que incluye una subida del 1% a los empleados públicos», el primer incremento en cinco años, se encargó de recordar. Además se les restituirá el 50% de l paga extra queno cobraron en el 2012. En total, el capítulo ascenderá a 16. 839 millones, con un alza del 4,9%.

El otro apartado que aumentará su dotación por encima del crecimiento económico previsto será el de las inversiones, con un total de 3.578 millones y un alza del 4,6%. Ese apartado subirá también en las empresas públicas, afirmó.

El presidente pasó un poco de puntillas por el incremento del 0,25% que experimentarán las pensiones, el mínimo previsto en el sistema de revalorización aprobado hace dos años. Aunque se han ganado casi 900.000 cotizantes a la Seguridad Social desde enero pasado, «necesitamos muchos más para llegar al equilibrio», argumentó.

También insistió en que las autonomías recibirán más de 7.400 millones adicionales el año que viene. A esta cantidad añadió los efectos del tipo de interés cero en los préstamos del fondo de liquidez autonómica y el plan de proveedores desde octubre pasado, con lo que en total superará los 10.000 millones adicionales, aseguró.

Esgrimiendo datos económicos para sustentars su tesis sentenció que «la recuperación es innegable». «Estamos ante un cambio de situación indiscutible que llega cada vez a más gente», agregó. Y para apuntalarlo se ha optado por aprobar las cuentas del 2016, pese a las próximas elecciones que se celebrarán entre el otoño y el invierno, explicó. «Vamos a gobernar hasta el último día de la legislatura», sentenció.

Eso ha obligado a habilitar el mes de agosto para la tramitación de las cuentas, con el objetivo de que estén aprobadas en octubre a más tardar, antes de celebrarse las elecciones generales. De esta forma, el proyecto sirve para amararr la política económica por un lado, y como programa electoral, por el otro.

En su afán por lanzar guiños sociales, explicó que de cada 100 euros de los presupuestos del año que viene, por ejemplo 39 se dedicarán a pensiones, siete a desempleo y políticas activas; ocho a otros gastos sociales, 14 euros adicionales a aportaciones a las autonomías, que «financian los servicios sociales esenciales» y 10 euros para pagar intereses de la deuda, entre otros datos. Rajoy aseguró que también «subirán las becas» y se registrará un alza «importante» en las partidas para investigación y desarrollo (I+D) y «significativa» en atención a la dependencia.