CONFERENCIA DE PRESIDENTES EN EL SENADO

Rajoy salva la cumbre autonómica ante la UE con un pacto de mínimos

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PILAR SANTOS / JUAN RUIZ SIERRA
MADRID

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Mariano Rajoy consiguió cerrar ayer su primera Conferencia de Presidentes con un mensaje claro hacia la Unión Europea (UE): el Gobierno y las comunidades están firmemente comprometidos con el cumplimiento de los objetivos de déficit marcados por Bruselas. Ni las desavenencias por los Presupuestos para el 2013 -expresadas por barones del PP el día anterior- ni el órdago soberanista de Artur Mas empañaron la cumbre autonómica, aunque la voluntad de convocar un referendo sobre la independencia de Catalunya planeó sobre algunos discursos de los dirigentes del PP.

El jefe del Ejecutivo, que sigue estudiando la posibilidad de solicitar el rescate total de la economía, pidió a los presidentes responsabilidad y sentido de Estado para conseguir un acuerdo de mínimos que poder blandir cara a Bruselas, donde las autonomías siguen siendo sinónimo de descontrol del gasto. El Gobierno, las comunidades y Ceuta y Melilla suscribieron un documento de cuatro páginas en el que se comprometen a cumplir los objetivos de déficit para «recuperar la confianza» en la economía española y también a seguir a pies juntillas las recomendaciones del Consejo Europeo.

Para lograr el consenso, Rajoy tuvo que incluir en la declaración la posibilidad de que el año que viene se revise el reparto de los objetivos de déficit entre las diferentes administraciones (sobre todo, entre la central y las autonomías). Esta reivindicación, expresada ayer por la amplia mayoría de dirigentes, según varias fuentes, se viene arrastrando desde julio, cuando el Gobierno decidió no compartir con las comunidades el mayor margen de déficit (del 5,3% al 6,3%) que Bruselas le dio para este año y les siguió reclamando que cierren las cuentas con una desviación del 1,5%.

Rajoy explicó que esa nueva redistribución solo afectaría al 2014 y no al 2013, ya que, según el Ejecutivo, las instituciones europeas ya han sido informadas del reparto para el año próximo. Sin embargo, algunos mandatarios, como el andaluz, José Antonio Griñán, insistieron en que seguirán presionando para que esa nueva distribución se aplique el año que viene. Aun así, el socialista dijo estar «moderadamente satisfecho» con una cita en la que el PSOE optó, según fuentes de la dirección del partido, por la «responsabilidad».

POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO / El documento suscrito también señala que el modelo de financiación autonómica se «evaluará» en los próximos meses, como marca la ley, y destaca la necesidad de formar un grupo de trabajo para mejorar las políticas activas y pasivas de empleo, una petición expresa planteada por Griñán.

La declaración fue negociada con los consejeros de Presidencia de las autonomías por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que también fue la encargada, según fuentes del Ejecutivo, de pedir sosiego y altura de miras a la Generalitat. Rajoy, visiblemente relajado durante la rueda de prensa, vio los frutos de la reunión que mantuvo el lunes por la noche en Madrid para pedir a sus propios barones que dejaran de lado las quejas por cómo se han repartido los Presupuestos del 2013.

EL EJECUTIVO MINIMIZA / Tanta era la preocupación del Ejecutivo y los dirigentes autonómicos por los perniciosos efectos que una bronca podría tener en la imagen externa del país, que la mayor parte de los presidentes se esforzaron en minimizar el tiempo que la ofensiva soberanista de la Generalitat había ocupado en la reunión. Así lo dijo Rajoy: «Que yo recuerde no ha habido ninguna alusión. Nadie ha planteado este asunto». Y también Griñán: «No ha habido ningún reproche directo al presidente de la Generalitat». Pero en realidad sí lo hubo. Al menos eso es lo que aseguró el jefe del Ejecutivo extremeño, José Antonio Monago.

Agarrado a un ejemplar de la Constitución de gigantescas proporciones, Monago explicó fuera lo que había dicho dentro. Aquello fue una dura diatriba en contra de la apuesta de Mas. El extremeño fue de los últimos en intervenir, pero cuando lo hizo, según explicó después, dijo esto: «Usar la crisis para dividir el país constituye una grave irresponsabilidad. Hoy hay que estar más que nunca en defensa de la unidad de España. Lo que no puede ser es que se confundan las prioridades por un cálculo electoral». Y más tarde, en sus respectivos turnos, otros intervinientes se adhirieron a sus palabras: el presidente de Madrid, Ignacio González; el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el de Ceuta, Juan Vivas. Todos hablaron de la «unidad territorial», pero ninguno puso tanto énfasis como Monago. Sin embargo, elpresidentno recogió el guante. Según varios de los asistentes a la cita, Mas optó por encajar estas críticas con un rotundo silencio.

Pese al continuo debate que vive España y al carácter de la cita (la única que reúne en un mismo espacio a los mandatarios autonómicos y al Gobierno central), el modelo territorial estuvo bastante ausente. «Aquí hemos venido a hablar de economía», dijo Rajoy. Más allá de las defensas de España que hicieron los mandatarios del PP, el único que trató el asunto, y de forma tangencial, fue Griñán. El presidente andaluz señaló: «Nuestro modelo no puede estar permanentemente abierto. Hay que cerrarlo. Y mi apuesta es por el federalismo cooperativo». El cual, por otra parte, es una propuesta distinta al «federalismo asimétrico» que defiende el PSC.