LAS NEGOCIACIONES POSELECTORALES

Rajoy se revuelve contra las presiones para que dé un paso atrás

El líder del PP, Mariano Rajoy, en la junta directiva del PP de Castilla y León, este viernes en Valladolid.

El líder del PP, Mariano Rajoy, en la junta directiva del PP de Castilla y León, este viernes en Valladolid. / periodico

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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Aunque ningún partido ha pedido oficialmente a Mariano Rajoy que dé un paso atrás para facilitar la gobernabilidad en España, desde que se produjo la cascada de detenciones en el PP valenciano Ciudadanos ha incrementado la presión al propugnar que "es muy difícil" que el presidente en funciones "lidere la lucha contra la corrupción". Albert Rivera niega que quiera "hacerle las primarias" al PP, pero de forma sibilina le insta a renovarse para facilitar un acuerdo de cara a su investidura. En este contexto, la presidenta popular de Madrid, Esperanza Aguirre, volvió a sugerir este viernes a su jefe de filas que haga un "sacrificio" y ceda el testigo

Pero Rajoy dejó caer este viernes que, de momento, no piensa dar un paso atrás. Para frenar las especulaciones, ante la junta directiva de los populares de Castilla y León, en Valladolid, sostuvo que el PP "mantiene su candidatura porque es el partido más votado" y que no está para "inventos" ni para poner "el quinto de la lista" en primer lugar. Previamente, el presidente castellanoleonés, Juan Vicente Herrera, le había transmitido todo su apoyo, mientras que la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, una de las dirigentes en las que están puestas las miradas si Rajoy da un paso atrás, señaló tras el Consejo de Ministros que descartaba la renuncia del presidente en funciones.

LOS TRES ESCENARIOS

Rajoy también se revolvió con la presunta intención de Ciudadanos de marcarles el paso. "El PP es un partido serio y está para pocas bromas y nadie nos va a decir lo que tenemos que hacer", sostuvo, además de rechazar las "especulaciones" que estos días circulan en el ámbito político como salida a la complicada gobernabilidad que presenta España. Así, rechazó que su organización se vaya a abstener o incluso apoyar un Ejecutivo de PSOE con Ciudadanos.

Tras ello, Rajoy insistió en que el resultado electoral solo permite tres escenarios: una gran coalición "encabezada por el PP" y con apoyo del PSOE y/o de Ciudadanos desde fuera o dentro del Ejecutivo; un pacto del PSOE con una amalgama de partidos que, en su opinión, sería "ingobernable"; y la repetición de elecciones.

Por ello, volvió a tender la mano a los partidos constitucionalistas y acusó a Pedro Sánchez de "hablar con independentistas y extremistas" pero no con "los siete millones de votantes" del PP.

MORAL PARA LA TROPA

Aun así, quiso transmitir optimismo y pidió a sus filas, donde cunde el temor ante la posibilidad de que un Gobierno de izquierdas lleve al PP a la oposición, "que nadie se preocupe" porque el momento de las negociaciones entre ellos y el PSOE "llegará".

Y después de que la redada de la operación Taula en Valencia haya complicado su reelección, reconoció que su partido no siempre actuó con "diligencia". En un guiño a Ciudadanos y a los socialistas, aseguró que en el futuro "quien no haga lo que es debido" será expulsado. Eso sí, rechazó que se hagan "causas generales" contra el PP porque la "mayoría" de sus cargos son "honrados".