EL DESAFÍO INDEPENDENTISTA

Rajoy y Puigdemont se vieron el 11 de enero

Puigdemont y Rajoy, en la Moncloa, en abril del 2016.

Puigdemont y Rajoy, en la Moncloa, en abril del 2016. / periodico

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Mariano Rajoy Carles Puigdemont se reunieron el 11 de enero. Fue en un almuerzo en la Moncloa, celebrado a instancias del presidente del Gobierno español, según publica este miércoles 'La Vanguardia'. En los últimos días, todos los miembros del Govern catalán, incluido el propio 'president' Puigdemont, han negado reiteradamente  Govern, por activa y por pasiva, que se hubiera producido una reunión entre Rajoy y Puigdemont.

En el encuentro del 11 de enero, Rajoy intentó convencer sin éxito a Puigdemont de que asistiera a la Conferencia de Presidentes autonómicos que se celebró, sin la presencia del 'president', el pasado 17 de enero. El almuerzo en la Moncloa acabó sin avances sobre cómo resolver el conflicto político en Catalunya. Puigdemont insistió en su intención de convocar un referéndum y Rajoy le repitió que no lo iba a permitir.

"VOLVER A LA SENSATEZ"

Esta mañana de miércoles, en los pasillos del Congreso, el jefe del Ejecutivo central se ha encontrado a un ejército de periodistas a la salida del hemiciclo, informa Pilar Santos. Ha intentado escabullirse pero al final ha cedido y ha pronunciado unas palabras con las que ha venido a confirmar la cita con Puigdemont y ha insistido en los argumentos que en aquellos días de enero manejaba el Gobierno para intentar convencer al 'president' de que acudiera a la Conferencia de Presidentes. Rajoy ha comentado que él quería que participara para que hablara de la financiación, la dependencia, el empleo y los problemas demográficos. Y ha subrayado que lo que no podía tratar, como presidente del Gobierno central, es de "saltarse la ley". "Yo no puedo autorizar un referéndum que pretende lisa y llanamente liquidar la soberanía nacional", se ha quejado. "Es el momento de volver a la sensatez, al sentido común y terminar con esto que lleva ya cinco años y que no ha conducido absolutamente a nada positivo para los ciudadanos de Catalunya. Yo quiero hablar, pero de los problemas reales, no de liquidar España ni la ley", ha añadido avanzando entre los periodistas y sin querer responder a ninguna pregunta concreta.

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JUNQUERAS, INFORMADO

Según 'La Vanguardia', Rajoy informó del contenido del encuentro a Soraya Sáenz de Santamaría y Puigdemont, a Oriol Junqueras. En el Govern acabaron por tener conocimiento del encuentro algunos 'consellers'. Pero quien hizo saltar la liebre fue el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, que el pasado domingo afirmó que habían existido contactos secretos "a todos los niveles" entre el Gobierno y la Generalitat. A partir de ahí se han sucedido declaraciones y desmentidos que no han hecho sino añadir más confusión al tema. La última, este mismo martes, la del lídel del PSC, Miquel Iceta, que aseguraba que le constaban contactos entre Rajoy y Puigdemont. Unas declaraciones que le costaron un rapapolvo por parte del Govern, de ERC y del PdCat, que le acusaron de querer pescar en río revuelto.

MUNTÉ: "NO HA HABIDO REUNIONES SECRETAS"

A todo esto, la versión de fuentes de presidencia de la Generalitat ha sido estos días, antes de conocerse la noticia del almuerzo entre Rajoy y Puigdemont, rotunda: "Ha habido conversaciones con el gabinete de Moncloa para fijar la entrevista (entre Carles Puigdemont y Rajoy), pero no concretan nada ni han formulado ninguna propuesta ni la intención de hacerla. No hay ningún objeto de negociación sobre nada, ni nos consta que quieran formular ninguna propuesta". La portavoz del Ejecutivo catalán, Neus Munté, ratificó punto por punto esta tesis tras la reunión del Govern del martes. 

Y mientras el diálogo se mantiene en una nebulosa más que espesa, lo que sigue su curso sin pausa es la actuación de la justicia. Este martes, la Mesa del Parlament y el Govern al completo recibieron la notificación del Tribunal Constitucional conforme había anulado la resolución pactada por JxSí y la CUP sobre el referéndum. Una nueva muestra de la "operación diálogo", según ironizaba Munté en rueda de prensa.