ENCUENTRO INSTITUCIONAL

Rajoy y Puigdemont mantienen las distancias

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Hacía frío a primera hora de la mañana en el aeropuerto del Prat. El acto de homenaje a a las víctimas del accidente del avión de GermanwingsGermanwings (del que se cumple un año este jueves) se celebraba al aire libre, frente a la Terminal 2. Y este ambiente gélido es el mismo que, según todos los indicios, se mantuvo en el primer encuentro entre el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, desde que este último fuese investido. Sí reinó la "cordialidad", según coincidieron fuentes de ambos gabinetes.

No era una cita para hablar entre ellos, sino para homenajear a las víctimas del accidente aéreo. Pero previamente a la ceremonia, en una sala privada del aeropuerto, ambos tuvieron tiempo suficiente para hablar de política, para abordar el conflicto institucional abierto entre ambas administraciones por el proceso soberanista. Pero no. No hubo nada de ello y el frío también penetró en esas dependencias privadas sin acceso a los medios de comunicación.

COMPORTAMIENTO PROTOCOLARIO

Según fuentes del Govern, ambos presidentes se dedicaron a acompañar a los familiares de las víctimas. Tras ello, ambos bajaron las escaleras de la T2, las que dan acceso a las puertas de embarque, con gesto relajado y charlando. Tras ellos, una larguísima comitiva de autoridades institucionales de ambos gobiernos, cuerpos policiales, representantes parlamentarios y jefes de gabinete y protocolo. Muy alejados de los focos que se centraban en Rajoy y Puigdemont, el vicepresidente económico, Oriol Junqueras, entre otros.

Los discursos de uno y otro tampoco se movieron de lo políticamente ajustado a un acto de estas características: el recuerdo a las víctimas: el agradecimiento a los grupos de rescate que actuaron sobre el terreno. Una única coincidencia entre Rajoy y Puigdemont: la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los vuelos para que no se vuelva a repetir una tragedia como la que segó 149 vidas hace un año.

Pero también hubo aspereza no en lo que se dijo, sino en lo que no comentó Rajoy. En la Generalitat mostraron enojo porque el presidente del Gobierno no tuviera un recuerdo por el accidente de autobus de Tarragona de este domingo. Tampoco, según fuentes del Ejecutivo catalán, se interesó por ello en la charla previa con Puigdemont..

SIN PERSPECTIVAS DE UNA REUNIÓN FORMAL

Tras la ceremonia, y cuando todavía algunos familiares depositaban rosas ante la placa descubierta en memoria de las víctimas, Rajoy y Puigdemont se despidieron con celeridad. Un apretón de manos y cada uno a su coche oficial. Fuentes de la Generalitat sostienen que la coincidencia de este miércoles tampoco ha dado como fruto un emplazamiento a una reunión formal. Puigdemont ha mostrado reiteradamente su disposición a ello. Rajoy también, pero solo en un programa de radio que le gastó una broma haciéndose pasar por el 'president'.

De esa broma se valió la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, para asegurar, en declaraciones a TV-3, que si ese encuentro no se ha producido es porque Puigdemont no ha pedido hora a Rajoy, porque la disponibilidad del inquilino de la Moncloa es "absoluta". Según Camacho, el presidente de la Generalitat desdeñó a Rajoy cuando afirmó que "estaba en funciones", y defendió que la actuación del Gobierno central tras el accidente de Freginals fue intachable. "Estuvo a la altura", zanjó.