LA RESPUESTA DEL FRENTE CONSTITUCIONALISTA

Rajoy da por hecho un pacto con PSOE y C's en «lo sustancial»

San hendio ea cons non verciliquat olorper suscilit vero eu feu feugait wis.

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GEMMA ROBLES / PATRICIA MARTÍN / MADRID

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«Lo sustancial del acuerdo ya está hecho», sentenció el viernes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras una maratoniana jornada en al que se reunió con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera; el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, tan solo 72 horas después de haberse entrevistado con el jefe de la oposición, Pedro Sánchez. A tenor del análisis público que hizo Rajoy, el Ejecutivo cree fortalecida su estrategia encaminada a formar un frente común amplio, compartido y potente contra el recrudecimiento del desafío independentista, «el mayor ataque que ha recibido el ordenamiento constitucional», dijo.

«Como presidente del Gobierno tengo que dirigir esta operación y debo intentar conseguir los máximos apoyos posibles», subrayó, después de declararse «muy contento» por su sintonía en este asunto con Sánchez y Rivera, este último jefe del principal partido de la oposición en Catalunya pero también líder de una fuerza política que, según todas las encuestas, tendrá un peso decisivo tras las elecciones del 20 de diciembre. ¿Y Pablo Iglesias? Pues tan conciliador trató de ser en el tono que usó Rajoy que ni siquiera en sus evidentes diferencias con el secretario general de Podemos quiso detenerse. Y eso que dejó claro que no lo incluía entre los potenciales socios en la alianza por la «unidad». «Con absoluta franqueza, tengo la sensación de que nada perdí por haber tenido esa conversación con él», se limitó a decir.

«MECANISMOS SOBRADOS»

En el transcurso de una rueda de prensa que cerró las múltiples comparecencias públicas que tuvieron lugar en la Moncloa, Rajoy explicó que las bases del acuerdo que se han alcanzado con «la mayoría» de sus interlocutores se basan en la decisión de avisar previamente de cualquier paso que, en las próximas semanas, el Ejecutivo pueda dar para hacer frente a la resolución secesionista que se tramita en el Parlament. Y de tener en cuenta las sugerencias que se le puedan hacer al respecto. El presidente reconoció que había solicitado a los dirigentes que ha visto hasta ahora (la semana próxima tendrá más encuentros con los líderes de IU, Unió, UPD y PNV, además de algunos presidentes autonómicos) que no fomenten lo debates «estériles» sobre los detalles de la estrategia jurídica.

En este contexto, quiso enfatizar que el Estado cuenta con «mecanismos sobrados» para plantar cara a la ansiada declaración de independencia y evitar el despliegue de sus efectos jurídicos, sin descartar la suspensión de la autonomía, pese a coincidir con Sánchez y Rivera en que no es el escenario deseable. Pidió también que no se ponga en cuestión públicamente la capacidad de las instituciones para reaccionar ante lo que puede estar por llegar. «He pedido a mis interlocutores un ejercicio de confianza», aseveró. La hoja de ruta que Rajoy ha planteado a los líderes de PSOE, C's y Podemos en las últimas horas pasa, en primer lugar, por recurrir y pedir la suspensión ante el Constitucional de la polémica resolución, una vez sea aprobada.

GRUPO DE C'S A DISPOSICIÓN

Pese a que Rivera prefería un recurso antes de que la resolución secesionista sea debatida, restó importancia a esta discrepancia de «matiz» y puso en valor el «acuerdo de fondo» con el Gobierno. El jefe de C's, que como también hizo Iglesias relató a la prensa en la Moncloa el contenido de su cara a cara con Rajoy, mostró un apoyo «firme y inequívoco» en la defensa de la unidad de España y compartió que hay que dar una respuesta «inteligente y eficaz» que no genere «males peores».

Así las cosas, puso su grupo en el Parlament a disposición del acuerdo. Según palabras de propio Rivera, hay coincidencia total en cómo actuar a corto plazo. Las discrepancias llegan a medio y largo plazo: el líder de Ciudadanos cree necesario rubricar un pacto por España, con cinco ejes: la defensa de la soberanía, la unidad del país, la Constitución como marco para hacer reformas, el compromiso con la UE y la obligación de que no se firmarán pactos con los nacionalistas. Según la versión de Rivera, el presidente se mostró dispuesto a estudiar esta posiblidad. Pero Rajoy, en su intervención pública, echó balones fuera alegando que la mayoría de esos puntos ya son compartidos sin necesidad de documentos o firmas por «la mayoría» de los que esta semana han pasado por la Moncloa. El diálogo seguirá en distintos cauces: Sánchez, el líder del PSOE, quiere hablar con Rivera y con Iglesias también.