Rajoy irá a la investidura para tratar de forzar su elección en segunda votación

El presidente en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, en la sede de su partido tras una reunión de su Ejecutiva

El presidente en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, en la sede de su partido tras una reunión de su Ejecutiva / periodico

GEMMA ROBLES / MADRID

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Sostienen dirigentes del PP que “el escenario era muy distinto” cuando el pasado 20 de junio Mariano Rajoy, en el foro de EL PERIÓDICO, sugirió que volvería a rechazar una oferta de investidura del Rey si llegado el momento no tenía garantizados los apoyos. Entonces se contaba con un ‘sorpasso’ de Unidos Podemos al PSOE y con que la izquierda podría rozar la mayoría absoluta. Pero Rajoy ha salido reforzado contra pronóstico de las últimas generales. Y aunque todos son harto complicados, cuenta con varios caminos para tratar de recabar los apoyos suficientes para una investidura a partir de sus 137 escaños.

Así las cosas, en el entorno de Rajoy se afirma que esta vez su jefe sí se someterá a un Pleno de investidura, con la esperanza de lograr la reválida como presidente en segunda ronda, descartando prácticamente lograrlo en primera vuelta, en la que se requiere mayoría absoluta. Y “muy probablemente” por la vía de la abstención de otros grupos más que del apoyo.

Tras reunir a su comité ejecutivocomité ejecutivo este lunes por la mañana –evitó la tarde por aquello de que no coincidiera con el partido de la selección-, Rajoy compareció ante la prensa para tender la mano a PSOE y a Ciudadanos en busca de una gran coalición. Él confesó que su plan de máximos es conseguir un “acuerdo estable” y detallado, a fin de evitar la incertidumbre y el vértigo que provoca la geometría variable parlamentaria. Su calendario es que a finales de julio o primeros de agosto pueda haber Gobierno en España.

NI POR ACTIVA NI POR PASIVA

Sin embargo, sus colaboradores admiten que eso es casi una utopía. Especialmente tras constatar que Partido Socialista y C's están enrocados en negar apoyo explícito al aspirante conservador. Tampoco han dado esperanzas para una abstención, pero en el PP cuentan con que ese último candado pueda abrirse en tiempo de prórroga, en el último minuto, puesto que ambos partidos se han comprometido públicamente a no forzar unas terceras elecciones.

“Si no cumplieran en una de las votaciones en el Congreso, quedaría patente quién es el responsable de tener que repetir las generales y ni a PSOE ni a C’s les interesa volver a las urnas”, reflexionan los populares. Pero el primer día de la resaca postelectoral, el mensaje de esos dos partidos es bien diferente al que plantea entre bambalinas el PP. Al menos, de momento. “No vamos a apoyar a Rajoy ni nos vamos a abstener”, ha llegado a decir el socialista Antonio Hernando. “Para apoyar a Rajoy ya está el PSOE, no hace falta Ciudadanos", proclamó Albert Rivera en la sede de su organización, sin aclarar dónde queda su exigencia electoral de que Rajoy dé un paso atrás. “Si va a ser el mismo gobierno, el mismo presidente, con las mismas sospechas de corrupción” los naranjas se quedarán “en la oposición”, se limitó a decir.

EL FACTOR CANARIO

En la sede socialista nadie habla en estos momentos de intentar un gobierno alternativo. Aunque esperan que seanCiudadanos, PNV y los nacionalistas canarios -fuerzas “ideológicamente afines” al PP- las que faciliten al candidato más votado el camino hacia la investidura, de modo que la responsabilidad final de que haya o no Ejecutivo no quedara en tejado socialista, sino en el de terceros. Los naranjas juegan a lo mismo.

Si se transitara ese terreno de negociación que señala el PSOE –y que Rajoy no descarta tampoco-, a los 137 escaños populares se le podrían sumar hipotéticamente los cinco de los nacionalistas vascos; los 32 de C’s  y el de Coalición Canaria. En total, sumarían 175 asientos. En el lado de los que supuestamente votarían “no”, el PSOE con 85 diputados; Unidos Podemos con 72; ERC con 9; los convergentes con 8 y Bildu con dos. Esto es, 175, empate. ¿Entonces? Quedaría una rendija: que el diputado de Nueva Canaria, que fue al 26-J con los socialistas, cambiara de bando previo acuerdo de las partes.Este escenario, de salida, también se antoja difícil. Pero el PP, con su líder al frente, se dice "abierto" a buscar fórmulas imaginativas para hacer posible una investidura a la que, según parece, esta vez sí se presentará Rajoy.