Rajoy exhibe tranquilidad a la espera de la cumbre soberanista

Mariano Rajoy, ayer, en un encuentro con empresarios.

Mariano Rajoy, ayer, en un encuentro con empresarios.

IOLANDA MÁRMOL / MADRID / PATRICIA MARTÍN / GUADALAJARA

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Mariano Rajoy se esforzó ayer, en una reunión en Madrid con inversores españoles y latinoamericanos, en exhibir que el Gobierno central afronta con total tranquilidad el desafío soberanista. Sabedor de que todas sus intervenciones son analizadas con lupa en plena vorágine independentista, el jefe del Ejecutivo no se refirió específicamente al conflicto catalán, pero en un momento de su discurso, justo cuando vendía España como un destino atractivo, aseveró que el respeto a la legalidad es uno de los principios esenciales en «una nación» que definió como «plural y diversa».

Rajoy señaló además que el país «nunca renunciará» a la relación de «integración y fortaleza» que la definen, informa Pablo Allendesalazar. Con estas frases, el presidente intentó demostrar en público que el Gobierno confía en que el suflé separatista se desinfle. Sin embargo, de puertas para adentro, está expectante y preocupado ante la cita de hoy de los partidos soberanistas.

El Gabinete de Rajoy, según fuentes gubernamentales, analiza al detalle todos los movimientos en Catalunya y considera que el escenario puede variar completamente en función de si de la reunión entre CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP sale una apuesta más encaminada al adelanto electoral o, por el contrario, los socios de Mas obligan al president a seguir dando pasos en pro de la consulta y a revertir algunas de las medidas que han supuesto su paralización.

RECURSO CONTRA EL DECRETO

Si se diera esta última hipótesis, el Gobierno encenderían todas las alarmas y los servicios jurídicos del Estado se pondrían inmediatamente a trabajar con la vista puesta en intentar frenar en los tribunales cualquier avance a favor del 9-N. De hecho, fuentes de la Moncloa ya anunciaron ayer que el Gobierno tiene previsto recurrir al Constitucional el nuevo decreto firmado por Mas y que el Consejo de Ministros de hoy estudiará si cabe adoptar otras medidas. El PP como partido tampoco descarta iniciar medidas judiciales.

LOS ATAQUES DEL PP

Mientras el Gobierno de Rajoy vive ese momento, con la maquinaria preparada para intentar paralizar la hoja de ruta soberanista, el PP, en un claro reparto de papeles, es el encargado de pronunciar las soflamas más duras contra la Generalitat y sus representantes. Así, la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, en la inauguración de la reunión interparlamentaria que los conservadores celebrarán hasta mañana en Guadalajara, atacó frontalmente a Mas y a uno de sus recursos dialécticos más utilizados: que no hay nada más demócrata que dejar votar a los catalanes el 9-N. La dirigente conservadora acusó al jefe del Ejecutivo de CiU de envolverse en ese argumento como un mero «instrumento» para conseguir «el poder por el poder». A su entender, un gobernante «que se sitúa por encima de la ley no es un demócrata» aunque trate de «parapetarse» detrás de ese concepto para conseguir «propósitos personales y partidistas».

Por lo demás, Cospedal sacó pecho de la labor del PP y del Ejecutivo central como «garante» de la ley de la y de la unidad de España.