viaje presidencial

Rajoy defenderá en China el potencial de la economía española

El presidente se reúne con empresarios en Shanghái y esta tarde se entrevista con el primer ministro chino en Pekín

PILAR SANTOS / PEKÍN (enviada especial)

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Mariano Rajoy tiene ante sí algunas de las jornadas más difíciles como presidente del Gobierno y las va a vivir en China. El jefe del Ejecutivo no ha querido anular la visita oficial de tres días al país asiático, la segunda economía del mundo. Ni por Artur Mas y la convocatoria de referendo de independencia ni por la dimisión del ministro de JusticiaAlberto Ruiz Gallardón, que es la persona que ha preparado los recursos de anticonstitucionalidad para frenar la consulta.

Según fuentes diplomáticas, la Moncloa ha dado prioridad a los réditos económicos que España pueda lograr del viaje y a la consolidación de las relaciones políticas con el régimen.

El Ejecutivo quiere dar por cerrada la crisis desencadenada por la persecución judicial de dirigentes chinos por parte de los jueces españoles. A principios de año, Rajoy cedió a las presiones de Pekín y ordenó modificar la ley de justicia universal para impedir que la Audiencia Nacional investigara el genocidio en el Tíbet. Una vez que esa causa se clausuró, ambos gobiernos han empezado a preparar esta visita.

Rajoy ha llegado la tarde del miércoles a Shanghái (donde hay seis horas más que en la península), su primera etapa en el país asiático. En esta ciudad se reunirá mañana por la mañana con empresarios chinos y españoles y se entrevistará con el alcalde, Yang Xion. El presidente pronunciará un discurso en el que defenderá la recuperación de la economía como consecuencia de las reformas aprobadas y animará a los chinos a aumentar las inversiones en España, según fuentes diplomáticas.

De enero a mayo de este año, las exportaciones a China alcanzaron los 1.691 millones de euros, mientras que las importaciones ascendieron a 7.442 millones. El Gobierno español quiere acabar con este desequilibro crónico.

Cuando acaben estos actos, Rajoy volará a Pekín, donde por la tarde se verá con el primer ministro chino, y el viernes, con el presidente del país, Xi Jinping