La postura del Ejecutivo central

Rajoy avisa de que no transigirá y que Mas se ha metido «en un lío»

El presidente Mariano Rajoy, ayer, durante su visita a la Gran Muralla china, con la que cerró su viaje oficial al gigante asiático.

El presidente Mariano Rajoy, ayer, durante su visita a la Gran Muralla china, con la que cerró su viaje oficial al gigante asiático.

GEMMA ROBLES / MADRID
PILAR SANTOS / PEKÍN

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Fue el presidente del Gobierno quien apuntó desde Pekín que se equivocaba Artur Mas si pensaba que por atreverse a firmar el decreto de convocatoria de la consulta, tal y como hizo ayer con toda solemnidad, iba a lograr que el Ejecutivo central se achantara y diera un paso atrás en su estrategia de frenar el referéndum en el Constitucional. «Se ha metido en un lío [...]. Supongo que él pensaba que íbamos a recular», dijo Rajoy en conversación informal con los periodistas, una vez terminó su visita privada a la Gran Muralla china, un placer al que no quiso renunciar pese a la crisis institucional que tiene entre manos. Por aquello de no dar imagen de inquietud con un regreso acelerado, sostienen en su entorno.

Ya a la una de la tarde (siete de la mañana hora española), Rajoy tomó el avión de regreso a España, por lo que la diferencia horaria propició que le cogiera volando la firma del decreto que abre la puerta a una consulta en Catalunya. Por eso, fue la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, quien puso en marcha los primeros trámites para poder interponer recurso ante el Tribunal Constitucional. De hecho,  fue ella quien rubricó la solicitud que se envió al Consejo de Estado (formalmente se remitió desde el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas) para que elabore, en un plazo de 48 horas, el dictamen preceptivo para poder aprobar en un Consejo de Ministros que se celebrará mañana los recursos contra la ley de consultas y la convocatoria del referéndum.

DESPUÉS DEL TC / En rueda de prensa en la Moncloa, Santamaría insistió en que la consulta no se celebrará y que el Gobierno hará lo que debe para salvaguardar «la voluntad de  los españoles», la legalidad y la democracia. «Ningún Gobierno puede ceder o transigir sobre lo que solo puede decidir el conjunto de los españoles», enfatizó la número dos del Ejecutivo central. Además, la vicepresidenta advirtió de que una vez el Constitucional paralice de forma cautelar la consulta, no será posible que la Generalitat siga aprobando recursos para su celebración sin vulnerar la ley. Se da la circunstancia de que el dirigente de Convergència Josep Rull aseveró ayer que si el TC suspende el referéndum de forma cautelar, el Govern podría seguir impulsando los decretos necesarios para organizar el 9-N también de forma «cautelar».

En este sentido, fuentes gubernamentales puntualizaron ayer que si el alto tribunal suspende el referéndum y, pese a ello, Mas trata de seguir aprobando medidas para garantizar que se lleva a cabo, puede actuar la fiscalía o el Gobierno con nuevos recursos ante el TC. Podría utilizarse también la vía contencioso administrativa en Catalunya. Tampoco puede descartarse que el propio Constitucional aproveche su auto de admisión y suspensión para advertir a qué se atiene quien desobedezca sus indicaciones.

PP Y PSOE EN SINTONÍA / Desde el PP,  María Dolores de Cospedal tachó ayer de «suicida» la actuación de Mas, asegurando que está próxima a la de «regímenes totalitarios». En el PSOE, Antonio Hernando confirmó que apoyan los recursos que prepara el Gobierno y alertó de la «frustración» que va a  generar el president.