la campaña a las elecciones de mayo

Rajoy aparta a González y aúpa a Cifuentes a la carrera por Madrid

PATRICIA MARTÍN / PILAR SANTOS / MADRID

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Mariano Rajoy utilizó ayer su dedazo divino -terminología empleada por Esperanza Aguirre y que ha tenido fortuna en los círculos internos del PP- para apartar de un plumazo a Ignacio González en su aspiración a competir por la presidencia de la Comunidad de Madrid. Pasadas las ocho de la tarde, el partido conservador informó de que su comité electoral había designado a la actual delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, como cabeza de cartel para afrontar el difícil reto de de revalidar la mayoría en uno de sus principales bastiones.

Las sospechas que se vierten sobre el ático de Marbella de González, así como el duro enfrentamiento que ha mantenido el barón esta semana con los dos comisarios de policía que han investigado si el inmueble es fruto de un cohecho, han inclinado la balanza hacia Cifuentes, que desde el principio ha figurado en todas las quinielas como posible candidata. Los conservadores designaron además a Esperanza Aguirre como alcaldable a la capital, debido fundamentalmente a su tirón electoral.

El comité se reunió a las doce de la mañana con la misión de ratificar casi todas las candidaturas pendientes, salvo las de Madrid. Al mediodía, hizo un receso para comer, y a la vuelta, los integrantes del órgano presidido por Alicia Sánchez Camacho recibieron la orden de que estudiarían también el controvertido tándem madrileño. Según fuentes del PP,  fueron el propio Rajoy o la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, los que comunicaron personalmente la decisión a las dos elegidas.

González también fue avisado  y, apenas pocos minutos después de conocerse la noticia, no dudó en achacar su caída en desgracia a «la campaña orquestada en estas últimas semanas», con la publicación de nuevos datos que enturbian aún más la cuestionada compra del ático marbellí. Pese a esta reacción, la interpretación más extendida es que el barón, que tiene un gran respaldo en el PP madrileño, no va a montar una rebelión parecida a la que trató de encabezar Tomás Gómez cuando fue descabalgado del PSOE en la región, entre otros motivos porque Aguirre, que dirige la federación con puño de hierro, sí se ha salido con la suya y ambos dirigentes, aliados en el pasado, se han distanciado mucho en los últimos meses.

SIN UN PASADO TURBIO / De hecho, el PP opina que Rajoy, al designar a Cifuentes y apartar a González, intenta aumentar su control sobre la región. La decisión del PSOE de relevar a Gómez por el catedrático y exministro Ángel Gabilondo, que genera más simpatías en el electorado, también ha pesado en su decisión. La delegada del Gobierno, que se ha curtido en la batalla mediática al protagonizar fuertes encontronazos con manifestantes, especialmente con el 15-M y la extrema izquierda, encarna la imagen de moda de un político nuevo y sin un pasado ligado a los escándalos. Se barajaron otros nombres, pero no salían bien parados en las encuestas.

Precisamente la simpatía con la que el electorado tradicional del PP ve a Aguirre la ha llevado a encabezar las listas en la alcaldía, dos años después de anunciar su retirada, paso que nunca llegó a dar, más allá de dejar la presidencia de la Comunidad de Madrid. Otros dirigentes no daban tan buenos resultados y ganar en la capital supondría un espaldarazo importante para Rajoy de cara a las generales. Por contra, si la lideresa pierde, podría ser el fin de su carrera política y el presidente se desembarazaría así de una de las personas con las que mayores enfrentamientos ha mantenido.

IMBRODA EN MELILLA / El comité electoral aprobó además los candidatos a la Generalitat valenciana (Alberto Fabra), Baleares (José Ramón Bauzá), Murcia (Pedro Antonio Sánchez), Canarias (Australia Navarro), Asturias (Mercerdes Fernández) y Navarra (Ana Beltrán). Asimismo ratificó a Juan José Imbroda, pese a estar imputado, como aspirante a la presidencia de Melilla.