EL FINAL DE LA LEGISLATURA

Urnas en Navidad

PILAR SANTOS / PATRICIA MARTÍN / MADRID

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Mariano Rajoy apuntó ayer la fecha del 20 de diciembre como «la más probable» para celebrar las elecciones generales. El presidente del Gobierno tiene poco margen de maniobra si quiere tramitar sin sobresaltos los Presupuestos Generales del Estado para el 2016. Si acortara mucho los plazos de las Cuentas, podría convocarlas también el 13 de diciembre, de ahí que ayer jugara con esos dos días. Nunca hasta ahora unas elecciones a la Moncloa se habían celebrado en diciembre, a pocos días de Navidad. El mes más electoral es marzo, seguido de junio y octubre.

En una entrevista en la Cope, Rajoy atribuyó directamente al trámite de los Presupuestos la elección del mes de diciembre. Si se celebraran el día 13, la disolución de las Cortes debería ser 54 días antes (el 19 de octubre), con el margen justo para sacar adelante las Cuentas. Fuentes gubernamentales niegan otras razones, más allá de que confían en que la recuperación «se vaya asentando» en los próximos dos meses y se «refleje» en los datos del desempleo.

DÍAS PRÓXIMOS A LA PAGA EXTRA

Esos días previos a la llamada a las urnas, habrá noticias que pueden dar munición al PP o quitársela. Las cifras del paro registrado de noviembre, lamentan fuentes de la Moncloa, no son tradicionalmente buenas, salvo en los dos últimos años. Sí que le puede beneficiar al partido conservador «la alegría sociológica por la paga extra que recibirán o habrán recibido los votantes que trabajen y la emoción de las compras navideñas», apunta un asesor del partido que entre las dos fechas ganadoras apuesta por el 13 con la esperanza de que haya más participación. Eso, claro, si no estalla ningún caso de corrupción más en el PP en este tramo final de una legislatura que Rajoy está apurando al máximo.

Al principal partido de la oposición no le gustó la concreción de Rajoy. El secretario de acción política y ciudadanía del PSOE, Patxi López, fue el encargado de verbalizar la incomodidad que genera en sus filas que sea tan «tarde». A su juicio, la convocatoria llegará a deshora para «el país y la sociedad», que ya demostró en las autonómicas y municipales de mayo que está deseosa de un cambio «radical» en el Gobierno central. López considera que Rajoy «está pervirtiendo los tiempos» al querer aprobar los Presupuestos e «hipotecar» así con sus «políticas neoliberales al futuro Ejecutivo, que no va a ser del PP», continuó.

Según el secretario de organización de Ciudadanos, Fran Hervías, el líder del PP está intentando retrasar «al máximo» las encuestas con la excusa de los Presupuestos para «intentar recuperar la sangría de votos» que sufrió en los comicios de la primavera y que se repetirá, augura, en las catalanas del 27-S. «Tiene miedo al fracaso. Es consciente de que perder el 30% de sus votantes representa su dimisión», explicó Hervías.

ALIANZAS POSELECTORALES

Durante la entrevista en la Cope, Rajoy también aprovechó para defender la norma no escrita que ha regido hasta ahora de que siempre ha gobernado la lista más votada. En los próximos comicios generales, según algunas encuestas publicadas antes de las vacaciones, al menos cuatro partidos superarán la barrera del 15% de los votos, una radiografía que obligará a alianzas. Ante esa posibilidad y tras ver los pactos alcanzados por el PSOE y Podemos en alcaldías y comunidades, el jefe del Ejecutivo alertó de que ese acuerdo entre los dos partidos no sería «lo más democrático» (contando con que el PP, como apuntan la mayoría de los sondeos, sea la lista más votada). «Sería muy negativo que coaliciones de cinco o seis partidos se unieran con el único objetivo de que no gobernara el PP», añadió Rajoy.

El PSOE pidió al jefe del Ejecutivo que deje de «preocuparse» por un posible pacto de la izquierda, porque la socialista será la candidatura que más apoyos reciba. Aun así, López le invitó a pensar que en «democracia los acuerdos y los entendimientos pueden representar a muchos más ciudadanos que un partido que haya ganado las elecciones».