Pulso de Rajoy y Gallardón

Alberto Ruiz-Gallardón, durante el desayuno informativo protagonizado ayer por José Manuel García-Margallo.

Alberto Ruiz-Gallardón, durante el desayuno informativo protagonizado ayer por José Manuel García-Margallo.

GEMMA ROBLES
MADRID

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La reforma de la ley del aborto se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Gobierno y el PP. Es una prueba de fuego para el presidente, Mariano Rajoy, y para su responsable de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Ambos están protagonizando en estas horas un pulso de consecuencias impredecibles con la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría en medio de la disputa. A saber: Rajoy ha permitido que la previsible retirada de su propuesta de interrupción del embarazo esté en boca de todos y Gallardón, mientras tanto, ha dejado que crezcan los rumores sobre su hipotética dimisión si eso se produce. Ninguno de los dos ha salido a la palestra a aclarar la situación. Y poder, podrían haberlo hecho.

La excusa oficial es que están volcados en preparar la respuesta gubernamental al desafío soberanista de Catalunya. Así que, sobre el aborto, ni confirman ni desmienten públicamente. Ni  Rajoy ni Gallardón. Pura táctica política. Los movimientos en torno al polémico proyecto legislativo se están produciendo entre bambalinas, pero algunos resultan tan evidentes que es difícil que todos puedan salir indemnes de la batalla. «No hay novedad sobre la ley del aborto», dijo el pasado lunes, desde Roma, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría cuando se le instó a que explicara qué está pasando con la ley sobre interrupción del embarazo. También ella renunció a parar una bola de nieve que sigue agrandándose ante la mirada atónita de otros ministros o dirigentes del PP, que viven la polémica desde la barrera y se limitan a capear como pueden las preguntas de la prensa sobre la cuestión. Santamaría tuvo la oportunidad de especificar si, como aseguró Gallardón en julio, el proyecto será aprobado antes del 23 de septiembre o hay otros planes. Podía, pero renunció a hacerlo.

LA EXCUSA DE CATALUNYA/  Cabe recordar que la número dos del Ejecutivo es quien coordina los ministerios y se encarga de escoger los temas que cada viernes se someten a criterio del Consejo de Ministros. Además, es la mano derecha de Rajoy, por lo que resulta inimaginable que no conozca las intenciones (actuales) del presidente sobre el proyecto. Más realista es concluir que la vicerpresidenta se ha sumado al llamativo silencio de Rajoy sobre el futuro de la ley del aborto, un silencio que obligó a Gallardón a dirigirse a los periodistas para confirmar que la aprobación del proyecto legislativo se retrasa sobre el calendario que él mismo fijó, porque se le va a dar prioridad a la elaboración de los recursos contra la ley de consultas catalana y la firma del decreto de convocatoria de la consulta.

Añadió también el titular de Justicia que, una vez que dichos recursos se hayan registrado en el Constitucional, y solo entonces, dará explicaciones sobre el aborto.

EL PSOE PREGUNTA / Nada dijo sobre si se plantea dimitir . ¿Desaprovechó la ocasión de cerrar la polémica? En un hombre de la experiencia de Gallardón, que ya ha amagado en otras ocasiones con dejar cargos políticos por sentirse desautorizado (aunque nunca lo ha hecho) resulta más fácil deducir que busca que la otra parte (Rajoy) mueva ficha. El portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso, recordó que el PP prometió a la ciudadanía un Gobierno «sólido y estable», esto es, sin fisuras, cuando la prensa le preguntó por la posible marcha de Gallardón.

Por el momento, el pulso continúa. Aunque el PSOE tratará de que haya ruido: los socialistas introdujeron a última hora una pregunta dirigida a Gallardón para hacérsela hoy en la sesión de control al Gobierno, a fin de que aclare qué hará con la ley del aborto.