Pujol hijo explicó a Ruz que es un «dinamizador» de negocios

Jordi Pujol Ferrusola se presentó ante el juez Pablo Ruz como un «dinamizador» de negocios, según fuentes de su defensa para justificar los ingresos de su acción empresarial e inversora en los últimos 10 años.  Esta actividad ha sido puesta bajo sospecha por la policía, que le acusa de haber hecho su fortuna cobrando comisiones de empresas que lograron adjudicaciones de las administraciones catalanas.

Pujol hijo restó credibilidad a su expareja Victoria Álvarez, cuya denuncia abrió este caso, al asegurar que su relación fue exclusivamente íntima y al replicar que él «las exclusivas las da en el juzgado».

El primogénito de los Pujol dedicó las cinco horas de su declaración ante el juez a explicar todas las operaciones en las que ha participado y en acreditar que cuenta con suficiente experiencia para asesorar sobre cuestiones muy variadas. Según su relato, comenzó su trayectoria profesional con la venta de pieles catalanas a Corea del Sur desde una empresa de Nueva York y asesoró, por ejemplo, en la construcción de un centro de tratamiento de residuos en México o un sistema de red eléctrica en Gabón.

Este último negocio lo logró por sus contactos con los hermanos andorranos Josep y Pierre Duró que se llevaron el 82% de los beneficios por lo que él solo percibió el 18%. También explicó otros negocios como la recalificación de unos terrenos en la Baja California donde se construyó un centro turístico que le reportó pingües ingresos.

NEGOCIOS REALES / Pujol hijo aseguró que estos negocios «eran reales», aunque no pudo aportar facturas porque sus labores eran de asesoramiento y relaciones públicas. También aseguró que había declarado en España las plusvalías de sus negocios.

Asimismo, negó que su patrimonio, como sostiene la policía, ronde los 32 millones de euros que movió durante ocho años en varios bancos. Explicó que su capital era de ocho o 10 millones de euros que invertía en productos financieros emitidos desde paraísos fiscales como las Islas Caimán, pero aclaró que eran operaciones declaradas y que el Banco de España las conocía.

Para desmontar las acusaciones de su exnovia, recurrió a la ironía. Para negar que hubiera trasladado una mochila con billetes de 500 euros de Andorra a Madrid, como le acusa Álvarez, dijo:  «La gente no va por la vida así». Y atribuyó al apego de su expareja a los medios como uno de los motivos para realizar estas acusaciones.

Mercè Gironès. la exesposa de Pujol hijo, defendió la legalidad de un pelotazo urbanístico que dio en Palamós (Girona) al comprar dos fincas rústicas en el 2002 por 217.000 euros que vendió por 4,8 millones de euros en el 2005. Los solares fueron vendidos por el cuñado de Gironès, quien le informó de que se iba a modificar el planeamiento urbano de la localidad. Cuando los compró  gobernaba CiU en el ayuntamiento y el PSC cuando los vendió.

El juez interrogó ayer como testigo a Cristina Isabel de Francisco, quien explicó que fue secretaria del matrimonio Pujol Gironès y que aún trabaja para el hijo del primogénito.