Pujol ante la jueza

El 2 de octubre de 1984, el juez instructor del 'caso Banca Catalana' se desplazó al Palau de la Generalitat para interrogar al entonces presidente, Jordi Pujol Soley, en calidad de querellado por la presunta mala gestión de la entidad. Han pasado más de 30 años y el fundador de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) volverá a sentarse este martes ante un juez como imputado (esta vez deberá desplazarse a la Ciutat de la Justícia, porque no es presidente) para declarar sobre la fortuna millonaria que ocultó durante 34 años en Andorra. Le acompañarán su esposa, Marta Ferrusola, y tres de sus hijos (Marta, Mireia y Pere). Estas son algunas de las dudas que debería despejar.

LA CONFESIÓN

Una herencia que no está en el testamento

El 25 de julio del 2014 llegó a las redacciones de diferentes medios de comunicación, entre ellos EL PERIÓDICO, un sorprendente comunicado del expresidente de la Genetaltiat en el que confesaba que había mantenido en el extranjero (después se supo que en Andorra) una parte de su fortuna. El exmandatario se limitó a afirmar entonces (posteriormente lo hizo también en el Parlament) que el dinero era un legado de su padre, Florenci, que lo había ganado "fruto de una actividad económica de la que ya se ha escrito y comentado". Florenci dejó esa fortuna, que no consta en el testamento, a Ferrusola y sus siete hijos, pero no a Pujol. La jueza considera que no se ha acreditado que el dinero (el expresidente no detalló la cantidad) proviniera realmente de una herencia y que debe averiguarse su origen.

EL ORIGEN DEL DINERO

"Enriquecimiento sospechoso"

En su último escrito, el fiscal anticorrupción Alejandro Luzón exponía que se había detectado un "enriquecimiento sospechoso difícilmente compatible con las fuentes declaradas en la renta" de los miembros de la familia Pujol-Ferrusola. La semana pasada, la magistrada le dio la razón e insistió en que debía averiguarse de dónde proviene ese dinero depositado en Andorra. Lo "realmente trascendente" en la causa es que el "importe real" de esa fortuna, "de origen incierto", según la jueza, no ha sido aclarado. Una precisión que apoyó en las "escasas explicaciones ofrecidas" y la "nula acreditación de las operaciones realizadas" durante "más de 30 años". El abogado de la familia Pujol, Cristóbal Martell, ha intentado acreditar con certificados de bancos andorranos que no había incrementos sospechosos en el patrimonio que el clan tiene en Andorra, salvo los beneficios propios de inversiones financieras. Para la fiscalía esta documentación es "parcial, ambigua y nada acreditativa". La jueza ha pedido datos de los Pujol a las autoridades andorranas, pero estos todavía no han llegado.

PERSONA DE CONFIANZA

¿Quién gestionó la fortuna de Andorra?

Pujol confesó en julio del año pasado que la súbita muerte de su padre tuvo lugar a escasamente cinco meses de su toma de posesión como presidente. En ese momento, la minoría de edad de sus hijos, afirmó, le convertía en responsable legal de cualquier decisión y, pese a que su "conciencia" y cargo le "empujaban" a rechazar la herencia, decidió encargar la gestión y regularización de esa fortuna a una persona de "máxima confianza" de su padre y de él mismo. La jueza posiblemente le pedirá este martes que identifique a esa persona.

AGENCIA TRIBUTARIA

La regularización ante Hacienda

El expresidente dijo lamentar no haber encontrado "el momento adecuado" para regularizar la herencia, de la que se hicieron cargo su mujer y sus hijos tras cumplir estos la mayoría de edad. "Finalmente ha tenido que ser en estos últimos días cuando los miembros de mi familia la han regularizado", reconoció. La jueza quiere aclarar si esta regularización, que ha supuesto el pago de, al menos, 1,8 millones por parte de la familia Pujol, se ha efectuado de forma correcta y a tiempo o se ha cometido un delito de fraude a Hacienda. La jueza no acepta "a ciegas" la versión de Pujol, más cuando considera que sus explicaciones han sido "incompletas y contradictorias".