LA EVOLUCIÓN ELECTORAL

PSOE y PSC: vasos comunicantes para bien y para mal

El declive electoral de los socialistas españoles ha discurrido en paralelo al de los catalanes

Alfredo Perez Rubalcaba y Carme Chacon

Alfredo Perez Rubalcaba y Carme Chacon / ACO/YL

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Sostienen algunas voces en el PSOE que los lazos con el PSC perjudican a la marca estatal. "No solo bajan de votos en Catalunya, es que también nos hacen perderlos en España", proclamaba el lunes el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Los datos muestran que el declive electoral del socialismo español ha discurrido en paralelo al del socialismo catalán, pero el mismo paralelismo se daba durante la etapa de mayor esplendor de ambas formaciones.

José Luis Rodríguez Zapatero se impuso en las elecciones generales del 2004 con el 43,27% de los votos. El PSC obtuvo entonces el 34,13%. Cuatro años después, el auge de los socialistas catalanes fue clave para que Zapatero se quedase en la Moncloa, e incluso el registro del PSC (45,39%), con Carme Chacón de candidata, superó al que cosechó el PSOE (43,87%).

En el 2011, con la crisis económica y los recortes, empieza la sangría. El PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba se precipitó 15 puntos, hasta el 28,73% de los votos. Todavía peor le fueron las cosas al PSC, que mantuvo a Chacón de candidata y perdió 18 puntos, hasta el 26,66%. Los socialistas catalanes volvieron a confiar en Chacón en el 2015 y se dejaron otros 10 puntos, cayendo hasta el 15,7% de los sufragios. La debacle del PSOE fue algo más leve, de 6 puntos, hasta el 22,02%.

En la repetición electoral de junio, los vasos volvieron a ser comunicantes, pero para bien de ambos. Los dos partidos tomaron una brizna de aire: el PSOE creció seis décimas (22,63%) y el PSC arañó cuatro (16,1%).