El PSOE no atrae a Ciudadanos a un gobierno tripartito en Murcia

Pedro Antonio Sánchez.

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EL PERIÓDICO / MADRID

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Embrollo político sin un final claro. Así podría definirse la política en Murcia a medida que pasan los días y el presidente, Pedro Antonio Sánchez, sigue agarrado a su silla, con el apoyo del PP, pese a su imputación por el ‘caso Auditorio’. Si el jueves fue Ciudadanos quien anunció su intención de presentar una moción “instrumental”, destinada a convocar elecciones anticipadas, este viernes los socialistas registraron su propia moción de censura. Pero, en este caso, encaminada a formar un gobierno alternativo al del PP, tripartito o con una fórmula por negociar, y encabezado por su líder, Rafael González Tovar. Si bien, no le salió bien la jugada de adelantarse a C’s en el registro de la iniciativa para derrocar a Sánchez. El partido naranja dejó claro que su deseo sigue siendo, o bien seguir apoyando un gobierno con otro presidente popular al frente, o bien que los ciudadanos de la región decidan en las urnas.

El PSOE presentó la moción de censura por sorpresa y tres días antes de que venza el plazo que los de Albert Rivera dieron a Sánchez para dimitir. El lunes, de forma coincidente, declaran ante el juez instructor del caso los peritos que deben ratificar si hubo o no ilícito penal en la obra de Puerto Lumbreras que está siendo investigada y que fue ejecutada cuando Sánchez era alcalde. El presidente murciano ha aseverado que pedirá el archivo de la causa si los expertos ratifican que no hubo ilegalidades. El PP confía en que el juez le dé la razón y, como recordó este viernes el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, la investigación sea archivada al igual que el resto de las 16 denuncias interpuestas contra él. “No se trata de un caso de corrupción, sino de un caso administrativo”, argumentó.

LA DÍFICIL TESITURA

En cualquier caso, la decisión del magistrado podría demorarse y, mientras tanto, Ciudadanos se enfrenta a una difícil tesitura, que tiene ramificaciones nacionales puesto que Albert Rivera se juega su palabra de distanciarse del PP ante la corrupción y la situación ha tensado ya su pacto con Mariano Rajoy. Desde que se conoció la imputación de Sánchez, el partido naranja, como socio de investidura, exigió a este que diera un paso atrás, en virtud del acuerdo de regeneración firmado. Pero, ante la negativa del barón conservador y el vértigo de sumarse a un gobierno con Podemos o apoyado por este, tiró por el camino de en medio y pidió elecciones anticipadas.

Este viernes C’s decidió aguantar la presión. Aseguró que solo darán sus votos a una moción destinada a convocar a los murcianos a las urnas y acusó al PSOE de buscar “sillones”. Los socialistas tienen ahora poco más de una semana para buscar apoyos, pero lo tienen difícil, mientras que el PP no tiene miedo a ir a una cita electoral, en la que creen que podrían sacar mayoría absoluta. En medio de esta situación, el expresidente de Murcia, Alberto Garre, enfrentado a Sánchez, se dio de baja en el PP baja en el PPpor la “inacción” de Rajoy ante la corrupción.