CAMINO DE LA INVESTIDURA

PSOE y Podemos abordan la segunda fase de negociaciones

Íñigo Errejón (de espaldas) conversa con Antonio Hernando en el hemiciclo.

Íñigo Errejón (de espaldas) conversa con Antonio Hernando en el hemiciclo. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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El engranaje de las negociaciones vuelve a ponerse en marcha. PSOE y Podemos inician los encuentros en la segunda fase, tras once días del paréntesis sobrevenido después de la investidura fallida de Pedro Sánchez. En contra de lo que el entorno de ambos partidos venía insinuando, los líderes no van a esperar a que pasen las vacaciones de la Semana Santa para retomar el diálogo.

Los contactos han sido discretos en los últimos días y no fue hasta este martes que los líderes decidieron hacer visible que van a volver a negociar. Los socialistas dieron el primer paso  en público y admitieron que esta misma semana tienen cerradas varias citas con otros partidos: Podemos, IU y Compromís. Poco después, Iglesias confirmó que se reabre el diálogo. Mientras el podemista estaba en el pleno del Congreso y el socialista volvía de su encuentro con Carles PuigdemontCarles Puigdemont en Barcelona, intercambiaron mensajes (Iglesias por Whatsapp y Sánchez por Telegram) y se emplazaron a hablar algo más tarde. En el Parlamento ambos partidos mostraron su sintonía en las votaciones. 

Fuentes del PSOE confirman que el secretario general está dispuesto a reunirse con Iglesias en un encuentro bilateral, siempre que luego las negociaciones sean asumidas posteriormente por los equipos negociadores, en una mesa en la que ya estarían también representantes de Ciudadanos. 

Para Podemos lo fundamental es desbloquear la situación. Desde que Sánchez firmó el acuerdo de gobierno con Albert Rivera, el 5 de febrero, el partido morado está fuera del tablero y ahora busca volver a la partida. Lo hace visiblemente debilitado. La crisis interna desatada la semana pasada, cuando se desveló la pugna de poder entre facciones dentro de Podemos, sitúa a Iglesias en una situación de vulnerabilidad, que temen en el partido, pueda ser aprovechada por los socialistas. 

LOS EQUIPOS TÉCNICOS

Ambos partidos desean dialogar pero se miran de reojo. Y observan, también, los movimientos de Ciudadanos. En una conversación informal, Rivera admitió este martes que no tiene inconveniente en que Sánchez e Iglesias tengan una reunión bilateral siempre que no aborden en profundidad las negociaciones de pactos de gobierno o de investidura. Es decir, aceptaría una cita preliminar pero siempre y cuando los líderes no entren en materia y deriven todo el peso del diálogo a los equipos técnicos, encuentro en el que ya estaría presente el equipo negociador de Ciudadanos.

Podemos ha dejado de ser taxativo sobre la presencia del partido naranja en reuniones técnicas. Después de la polvareda levantada por la pugna interna, los morados quieren desviar el foco de sus filas y volver a situarlo en el diálogo para la gobernabilidad. Una reunión con Sánchez les permitiría recolocarse estratégicamente e incluso comienza a ser más asumible que, después de esa cita, los de Rivera estuvieran presentes en algunas conversaciones. 

El formato de los encuentros no está definido, según sostienen, pero las reuniones serán esta misma semana, previsiblemente en el Congreso de los Diputados. 

GARZÓN, MÁS FUERTE

IU acudirá especialmente reforzado. La encuesta de EL PERiÓDICO publicada la semana pasada otorga a Alberto Garzón un crecimiento de hasta siete diputados si se repitiesen las elecciones, mientras que vaticina a Podemos la pérdida de una decena de escaños. 

El PP, de momento, parece quedar fuera de los nuevos compases negociadores. Mariano Rajoy anunció hace más de una semana que llamará a Sánchez pero esa conversación no llega. El portavoz de los conservadores, Rafael Hernando, sostiene que el socialista “no se deja llamar” porque está permanentemente de gira, en referencia a los viajes que ha realizado el secretario general del PSOE en los últimos días, y en alusión directa a la visita al ‘president’  de la Generalitat.