El PSOE exige a Rajoy que retire del TC el recurso contra la ley de aborto

La oposición política al Gobierno de Mariano Rajoy ha celebrado, los pasados días en los escaños y ayer en la calle, la retirada del polémico proyecto de ley del aborto que pretendía sustituir a la ley de plazos vigente, así como la dimisión del ministro que lo impulsó, Alberto Ruiz-Gallardón. Aunque partidos como el PSOE e IU ya anuncian que dan por ganada una batalla crucial pero no la guerra y que, en las próximas semanas, seguirán desarrollando una estrategia política para intentar que se consolide la 'ley Aído' y no se introduzcan cambios en la norma por la puerta de atrás, de la mano de la ministra de Sanidad, Ana Mato, o por la vía del recurso planteado por el PP ante el Tribunal Constitucional.

Así, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, exigió ayer al Ejecutivo de Rajoy que dé un paso más y que retire también el recuso de inconstitucionalidad que presentó hace ya cuatro años frente a la ley de plazos. "El PSOE va a seguir vigilante para que no se produzca ningún nuevo recorte en las libertades de las mujeres", avisó. Sánchez, que participó en la manifestación que se celebró en Madrid con motivo del 'Día de la acción global por un aborto legal, seguro y gratuito', se congratuló por que el presidente del Gobierno haya guardado en un cajón la propuesta de Gallardón, una decisión que achacó a la "presión y el movimiento de colectivos de mujeres y profesionales que se manifestaron desde el minuto ante la contrarreforma". "La retirada de la ley del aborto es una gran conquista en la defensa de los derechos y las libertades de las mujeres, que se habían visto amenazadas por el tándem Gallardón-Rajoy", agregó el líder de los socialistas.

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Tampoco Izquierda Unida parece dispuesta a bajar la guardia. Desde Málaga, el diputado Alberto Garzón calificó de "victoria" la caída en desgracia del 'proyecto Gallardón' y la salida del ministro del Gobierno, aunque advirtió de que su fuerza política no piensa "bajar las espadas" y reaccionará ante "cualquier intento" de 'colar' el plan que los populares han dejado durmiendo en una carpeta.

De hecho, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), el grupo del Congreso de los Diputados que preside Cayo Lara, va a promover una votación en un pleno parlamentario sobre la posible destitución de la titular de Sanidad, Ana Mato, una vez que ha trascendido que ella es la elegida para impulsar en breve una reforma parcial de la ley de aborto que restringirá las posibilidades de las mujeres de 16 y 17 años de interrumpir su embarazo sin el consentimiento expreso de sus padres.

A este respecto, los socialistas recuerdan que la ley de plazos que ellos aprobaron en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero ya establece que los padres deben ser informados por la menor de que se dispone a abortar, excepto en aquellos casos que está acreditada "violencia, malos tratos o desamparo" familiar. Desde IU tampoco se acepta el cambio. "Que se respete, consolide y desarrolle la legislación relativa a la interrupción voluntaria del embarazo y la salud sexual reproductiva, asegurando de acuerdo con las comunidades autónomas la plena capacidad de las mujeres, incluyendo las jóvenes e inmigrantes, para decidir sobre su maternidad", plantea la moción que Izquierda Plural someterá a votación en la Cámara baja en los próximos días.

TÁCTICA POLÍTICA

Cabe recordar que dicha moción es consecuencia de la interpelación a la que, el pasado miércoles, Izquierda Plural pensaba someter a Gallardón (y que terminó siendo contestada por Fátima Báñez) para que aclarase a la opinión pública qué iba a ocurrir con su proyecto sobre el aborto.

Fue este movimiento táctico de IU en el Congreso el que forzó que se precipitara el anuncio por parte de Mariano Rajoy de que la reforma del PP se retiraba. Eso sucedió el martes por la mañana. Ese mismo día, por la tarde, Gallardón anunció en la sede del Ministerio de Justicia su dimisión. Según fuentes de su entorno, el ya exministro pensaba confirmar que se retiraba de la política el miércoles durante la interpelación que tenía responder, pero fue el presidente Rajoy quien se negó a que la dimisión se produjera en las Cortes a preguntas de la oposición.