Las reacciones

... y el PSC niega que «contratase» a detectives para espiar la reunión

El portavoz del PSC, Jaume Collboni, en la sede del partido.

El portavoz del PSC, Jaume Collboni, en la sede del partido.

JOSE RICO / BARCELONA
PATRICIA MARTÍN / MADRID

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La dirección del PSC reaccionó con «sorpresa» ante la información que relacionaba al exsecretario de organización y actual diputado en el Congreso José Zaragoza con la grabación de la cita entre la examante de Jordi Pujol Ferrusola y la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho. La hipótesis, asegurada porEl Mundo,de que la orden de espiar el almuerzo salió de la sede del partido propició una rápida investigación interna del primer secretario, Pere Navarro, quien, antes de la reunión de la ejecutiva, requirió a la gerencia del PSC que comprobara si la organización ha tenido o tiene algún tipo de vinculación con Método 3, la agencia de detectives que grabó el almuerzo en el restaurante barcelonés La Camarga, sobre todo en el 2010, año en que se realizó el espionaje (y en el que el PSC estaba aún en la Generalitat). El resultado del rastreo fue negativo.

Concluida la ejecutiva, en la que se habló poco del tema porque a muchos dirigentes ni siquiera les había dado tiempo de leer las informaciones, el portavoz del PSC, Jaume Collboni, desmintió cualquier «relación contractual», en el pasado y en la actualidad, con la mencionada empresa, a la vez que abominó de unas prácticas que juzgó «alucinantes» y propias de «una novela de John le Carré»: «El PSC ni utiliza, ni ha utilizado, ni utilizará nunca métodos ilegales para hacer política. Nosotros hacemos oposición por medios parlamentarios y políticos», zanjó.

Preguntado en varias ocasiones por si, más allá de no haber existido contrato alguno con Método 3, Zaragoza o algún otro miembro de la anterior dirección pudiera haber realizado el encargo, Collboni se limitó a afirmar que el PSC «se fía de la palabra» de su exsecretario de organización, quien negaba en la información deEl Mundosu participación en el espionaje. El portavoz expuso que el partido mantiene vínculos comerciales con «empresas de seguridad» que siempre responden a la vigilancia de sus sedes o para garantizar la seguridad de los dirigentes, pero en ningún caso para hacer escuchas.

Pero la rotundidad del desmentido contrastó con la cautela a la hora de decidir qué medidas tomar. Por el momento, los socialistas solo exigen la rectificación del medio que vinculó al PSC con las escuchas, y, si no lo hace, ordenará a sus servicios jurídicos que estudien qué acciones legales emprender para defender la «honorabilidad» del partido.

POR «MENTIDEROS Y CORRILLOS» / Sobre si el partido tenía conocimiento de las presuntas corruptelas de la familia Pujol Ferrusola, Collboni se escudó en que solo conocía «lo que se ha comentado en mentideros y corrillos» de la política catalana. «Ni especulo ni especularé sobre si esa cita se produjo o no y sobre el contenido de aquella supuesta conversación», señaló el portavoz.

Si hubo «sorpresa» en la dirección del PSC, el estupor fue todavía mayor en la del PSOE, que también estaba en el poder cuando tuvo lugar la cita. Su vicesecretaria general, Elena Valenciano, admitió no tener «ni idea» de si el PSC está detrás de la grabación y, a renglón seguido, se remitió a las explicaciones de Collboni sin añadir una sola palabra más. «Creo que el PSC lo ha negado clarísimamente», justificó.