LA FINANCIACIÓN DE CATALUNYA

Catalunya pide el concierto sin el apoyo del PSC ni del PPC

JOSE RICO / FIDEL MASREAL / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Parlament de Catalunya ha aprobado este miércoles --con los votos de CiU, ICV-EUiA y ERC-- el apoyo parcial del PSC y la abstención del PPC en algunos aspectos, la reclamación de un pacto fiscal que permitiría a Catalunya dotarse de un modelo similar al concierto económico.

Justo un día después de que la Generalitat revelase que se acogerá al fondo de liquidez autonómico --considerado de hecho como un rescate-- el Parlament ha celebrado un pleno extraordinario en el que ha aprobado aprobar la propuesta de financiación que el Govern de Artur Mas deberá negociar en los próximos meses con el Ejecutivo central.

Cambio de modelo

Cataluña reivindica así un "cambio de modelo" para que la agencia tributaria catalana sea "la única administración responsable" de la gestión de todos los tributos que pagan los catalanes y para que se establezca que la aportación a la solidaridad interterritorial y el pago al Estado por los servicios que presta se acordarán de manera bilateral, una cuota que se revisará cada cinco años.

Tras una larga negociación de madrugada, los socialistas se han incorporado finalmente al grueso del acuerdo, aunque mantuvieron su intención de abstenerse en el núcleo de la propuesta: la agencia tributaria propia. La sorpresa en este punto la ha dado el diputado socialista y 'exconseller' de Ensenyament durante el segundo Govern tripartito, Ernest Maragall, que ha roto la disciplina de grupo y ha votado a favor.

El Ejecutivo ha mantenido su compromiso con Iniciativa y Esquerra de reivindicar una Hacienda catalana que gestione la totalidad de los impuestos y "colabore" con el Estado, rechazando la propuesta del PSC de una agencia consorciada.

Ante el Gobierno central

Según las enmiendas pactadas entre los cuatro grupos, la Generalitat reclamará ante el Gobierno de Mariano Rajoy que la agencia tributaria catalana "será la única administración responsable" de la gestión "de todos los tributos soportados en Catalunya", pero "deberá colaborar" con el resto de administraciones, incluida la estatal. El pacto fiscal blinda también la solidaridad con el resto de autonomías, pero con dos condiciones: que Catalunya no pierda posiciones en el 'ranking' de renta per cápita después de realizar esta aportación y que los recursos de la solidaridad se destinen "a los servicios básicos del Estado del bienestar, teniendo en cuenta el esfuerzo fiscal".

La principal novedad del documento definitivo es que CiU se ha visto obligada a retirar el apartado que vinculaba los réditos de la nueva financiación a las políticas sociales, ya que ICV-EUiA y ERC amenazaban con votarlo en contra porque incluía un compromiso con la limitación del déficit que interpretaban como un aval a las políticas de austeridad de Govern. Asimismo, los grupos han reescrito el apartado que exponía el déficit fiscal de Catalunya, eliminando la cuantificación de este desequilibrio y limitándose a constatar que los sucesivos modelos de financiación y la "falta de lealtad institucional" del Estado han contribuido a incrementar este "preocupante" déficit fiscal.

Respaldo social

Por otra parte, el texto final establece que la negociación con el Gobierno de Mariano Rajoy deberá empezar este año, en otoño, e incorpora el mandato al Govern de "conseguir la máxima implicación activa de todos los sectores políticos, económicos y sociales de Catalunya" en torno al pacto fiscal y "trasladar a las instituciones europeas la naturaleza y los objetivos de mismo".