LA VIGILIA DEL 1-O

El 'procés' según san Mateo

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Carlos Márquez Daniel / Barcelona

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Cuando una cosa está complicada, realmente complicada, es habitual echar mano de las hipérboles. Habrán escuchado a más de un amigo/familiar/conocido defender que esto del ‘procés’ no lo arregla ni Dios. Pues bien: puede que no sea del todo cierto. La basílica de Santa Maria del Pi ha acogido este sábado una oración de hora y media en la que ha se rogado al Señor por “los derechos fundamentales de la sociedad”. Como los de decidir votar.

La ceremonia la ha organizado el grupo de párrocos que han redactado un manifiesto a favor de la consulta del domingo. La han firmado 450 religiosos de los 1.500 que forman la congregación catalana, según explica Cinto Busquet, rector de Calella e impulsor de la iniciativa. “Se nos acusa de independentistas, pero aquí no se trata de la opción personal de cada uno, sino de defender algo legítimo y necesario”. Este cura ha tenido una semana complicada desde que se hiciera público el documento, hace cuatro días. Ha recibido llamadas de teléfono “desagradables” y algiuen dejó un mensaje debajo de su puerta: “A ver si te vuelan los sesos”.

Palabra de Viqui Molins

La plegaria ha congregado a unas 400 personas. Y si es difícil encontrar gente joven en misa un domingo cualquiera, esto no ha sido distinto. Pero no por ello se ha echado de menos ímpetu en los cánticos. Tampoco en los aplausos. La monja Victòria Molins ha sido de las primeras en hablar y ha invitado a hacer de la “no violencia un estilo de vida”. A sus 81 años se mantiene como uno de les referentes del Raval. Ejerce de salvadora de almas perdidas, pero hoy también se ha puesto patriota: “No somos una amenaza ni una anomalía, sino una oportunidad de enriquecernos en el profundo respecto de nuestra diversidad”. Ha leído la oración de Ester, incluída en la Biblia, con una última frase muy adecuada: “Oh Dios, tú que superas a todos, atiende los ruegos de los desesperados, líbranos de la mano de los malvados, y líbrame de mi miedo”.

El resto de lecturas también han sido elegidas con gran mimo. Como la del Evangelio según san Mateo: “Ya sabéis que los gobernantes de las naciones las dominan como si fueran amos y que los grandes personajes las mantienen en su poder”. O el salmo 126, que en su ‘estribillo’ reza lo siguiente: “Los que sembraban entre lágrimas, cosechan entre cantares”. Y por último, la plegaria que el poeta David Jou escribió hace un par de años: "Ruego por los que no dejan votar ni sí, ni no, ni en blanco, ni abstención; no votar a nadie, y basta; porque gracias a ellos apreciamos más el valor supremo de la palabra, de los argumentos, de la democracia que tan a menudo menospreciamos".

Pau Casals y Leonard Cohen

La oración no se ha hecho larga porque entre las lecturas se han interpretado numerosas y bellas piezas musicales, como El ‘cant dels ocells’ de Pau Casals, cuyo discurso ante las Naciones Unidas (“Catalunya tuvo el primer parlamento, mucho antes que Inglaterra”) también ha sido mentado, o un ‘Hallelujah’ instrumental que ha erizado varios pares de brazos.

Un joven paquistaní residente en Terrassa, padre de dos hijos y de nombre Omar, se ha dirigido a los asistentes para compartir las dos experiencias vitales que le hicieron entender el concepto de libertad. La primera, durante su infancia, cuando le contaron el proceso de independencia de su país. La segunda, durante la primera gran Diada de este siglo, la del 2012, cuando portando una pancarta se dio cuenta de que esta es “una tierra de acogida que contagia energía”. 

Pero si el mensaje del Señor es tan cristalino, ¿por qué el arzobispado no ha firmado el documento? Dice Busquet que el aparato de la Iglesia defiende más o menos lo mismo que ellos, pero con "prudencia y 'seny' pastoral para no crear tensiones". Es decir, sin mojarse entre poco y nada, apelando a los valores cristianos. ¿Y si en algún lugar de España, pongamos Valladolid o Segovia, se está oficiando una plegaria por la unidad de España, con lecturas similares o idénticas pero con distinto destinatario? Viqui Molins reflexiona su respuesta... "Si piden lo mismo que nosotros, paz y diálogo, vamos bien". Dios dirá.