debate sobre la elección directa de los alcaldes

El PP presiona para cambiar la ley electoral y el PSOE redobla su 'no'

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (centro), en una visita de trabajo el martes a Eivissa.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (centro), en una visita de trabajo el martes a Eivissa.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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Convencido de que la medida tiene buena acogida entre los ciudadanos y puede dar empaque al conjunto de medidas de regeneración democrática que el PP quiere poner sobre el tapete en la recta final de la legislatura para recuperar el voto perdido, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la cúpula conservadora tienen intención de aprobar «sí o sí» antes de las elecciones municipales de la próxima primavera un cambio en la ley electoral que propicie que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada, según confirman fuentes del partido. Es lo que los populares denominan «elección directa» de los alcaldes, una reforma que impediría los «pactos de despacho» y que el Ejecutivo pretende sacar adelante pese a la oposición frontal del PSOE, que ayer resonó con más fuerza.

Después de que varios diarios reafirmaran en sus portadas que Rajoy está dispuesto a imponer el nuevo sistema aunque ello signifique cambiar la ley electoral sin consenso, algo que solo se ha hecho en contadas ocasiones -por ejemplo, cuando José Luis Rodríguez Zapatero aprobó que las listas electorales fueran paritarias-, la pelota y la presión informativa quedó, por tanto, en el tejado de los socialistas, que salieron en tromba a subrayar que en modo alguno comulgan con la propuesta.

TAMPOCO EN EL FUTURO / Para intentar acabar con los titubeos del algunos dirigentes que sí se han mostrado dispuestos a sentarse a hablar con el PP una vez pasen los próximos comicios y se aleje la presunción de que el cambio solo busca beneficiar a unos y otros, el alcalde de Vigo, vicepresidente de la Federación de Municipios y Provincias y miembro de la ejecutiva socialista, Abel Caballero, fue el encargado de marcar la posición oficial del partido al asegurar que el PSOE no negociará la elección directa de los alcaldes «ni ahora ni nunca, porque sería avalar un intento antidemocrático y regresivo». El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, por su parte, ahondó en la idea de que los conservadores solo pretenden cambiar las reglas del juego para asegurarse ciertas alcaldías. «El PP solo busca una elección directa: la del PP», señaló en un tuit.

En el PP cunde la preocupación ante la posibilidad de que cale esta premisa, y la ciudadanía perciba que son capaces de saltarse todos los consensos con tal de obtener rédito electoral. De ahí que los populares vascos subrayasen ayer que en Euskadi la elección local directa beneficiaría a Bildu, mientras que el vicesecretario popular de política local, Javier Arenas, se apresurase a señalar que los conservadores hablarán con el resto de grupos «hasta la extenuación», dado que de momento no barajan aprobar el cambio en solitario. Algo que desmintió incluso la líder del PP en Asturias, Mercedes Fernández, quien reconoció sin disimulos que la reforma se hará haya o no acuerdo. Arenas retó además al PSOE  presentar una propuesta «que sea más democrática».

EL RECHAZO DEL RESTO  / También UPD, IU, Podemos y algunos partidos nacionalistas abjuraron de la reforma. Rosa Díez (UPD) dijo que es un «golpe de mano» mientras José Luis Centella (IU) señaló que «evidencia el nerviosismo del PP» ante las próximas citas electorales.