El PSC presiona a ICV-EUiA para que rechace la ley electoral de CiU y ERC

La ley electoral catalana será una de las partidas que habrá que dilucidar en la recta final de la presente legislatura, justo después de Semana Santa. Las cartas parecen estar todas sobre la mesa, por lo que las fuerzas políticas han empezado a desplegar sus estrategias de presión al adversario. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha interpelado este domingo a ICV-EUiA para que rompa el acuerdo que apalabró con CiU y Esquerra por el que los tres grupos renuncian a sus propuestas de sistema electoral en aras de un consenso de mínimos: mantener el modelo vigente y desbloquear las listas. Los socialistas rechazan de momento este pacto y hacen valer el peso de sus votos, sin los cuales la ley electoral no puede prosperar.

«Nos están tomando el pelo», ha afirmado Iceta en referencia a la estrategia de convergentes, republicanos y ecosocialistas, que el próximo 8 de abril tienen previsto aprobar en ponencia un texto sin modelo electoral alguno para que cada grupo pueda defender el suyo en el pleno a través de enmiendas, a pesar de ser conscientes de que ninguno cuenta con los 90 diputados que requiere la reforma para salir adelante. El objetivo es acentuar la presión al PSC, retratándolo como bloqueador de una norma que lleva pendiente la friolera de 36 años, para que flexibilice su posición y se sume al consenso.

Para devolver el golpe, Iceta trata de hurgar en las contradicciones de ICV-EUiA, que antes de que aparcase su propuesta defendía, como el PSC, un sistema basado en un escrutinio único, frente al actual recuento por circunscripciones que quedaría consagrado si el pacto de mínimos prospera. El líder socialista achaca la posición de Iniciativa a la presión por el proceso soberanista y emplaza a la coalición a «luchar hasta el final por una ley más proporcional».

RÉPLICA DE ICV

El diputado de Iniciativa Jaume Bosch, ponente de la norma, responde que quienes renunciaron a la circunscripción única fueron los socialistas al plantear la elección directa de una parte de los diputados. «El problema del PSC es que, en el fondo, no quiere ni desbloquear las listas, ni un envío único de propaganda electoral, ni superar los bloques informativos en los medios públicosbloques informativos», lamenta Bosch. Todos estos cambios figuran en el texto que se aprobará el 8 de abril y CiU, ERC e ICV-EUiA los usarán también como elemento de presión al PSC.