Junts pel Sí acicala su oferta a la CUP sin renunciar a Mas

Junts pel Sí ha presentado este martes la que es su última oferta a la CUP para poder investir un 'president' y formar Govern. En la parte más acuciante, lo que más separa a ambas fuerzas, es decir, que Artur Mas sea el presidente de la Generalitat, la coalición ganadora del 27-S realiza una vuelta léxica de tuerca sin cambiar el contenido. "Se trata no tanto de investir un presidente autonómico, sino una presidencia de transición hacia la nueva república formada por un presidente del Consell Executiu y tres presidentes de comisiones de gobierno--Oriol Junqueras, Neus Munté y Raül Romeva--", ha explicado el propio Romeva. En la práctica, bajo el aderezo léxico, se dibuja, sin ninguna variación, el mismo organigrama de Govern que Mas presentó antes de su segunda votación de investidura. Y, por supuesto, en esa "presidencia" coral, el líder convergente mantendría todas las prerrogativas propias actuales, como la de convocar elecciones. Este maquillaje aboca a que la asamblea de los anticapitalistas del domingo sea un plebiscito sobre Mas. 

Cabe recordar que en la madrugada del lunes, tras conocerse los resultados de las elecciones generales en Catalunya, la CUP lanzó un comunicado en el que insistía en el rechazo a la investidura de Mas, máxime teniendo en cuenta que "las fuerzas de izquierdas y progresistas independentistas y autodeterministas" obtuvieron tan buenos resultados, mientras que la lista en la que concurría Convergència, Democràcia i Llibertat, quedó relegada al cuarto puesto.

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La segunda pata de la propuesta, el plan de choque que propone la coalición, tiene un coste de 270 millones de euros, de los que algunos se pondrán encima de la mesa de manera inmediata, con la prórroga del actual presupuesto, y otros quedarán pendientes de unas nuevas cuentas. Eso sí, en ningún momento se ha contactado con el Ministerio de Hacienda, el grifo de donde, al fin y a la postre, deben gotear los recursos. La CUP, además, no ha dado garantía alguna de que apoyará, cuando toque, el nuevo proyecto de presupuestos, y dejaron el debate para el momento en que esa inicativa llegue al Parlament.

En el capítulo social sí se observa una voluntad de concreción de JxSí, traducida en adoptar algunas las peticiones cuperas. Así, se determina que se actuará urgentemente en tres ámbitos, dada la sitación de "emergencia social": en la pobreza infantil, la energética y en los desahucios (que se paralizan en toda Catalunya). Se frenaría, asimismo, el proyecto de BCN World y se dejaría para más adelante otro espinoso tema, el de Aigües Ter Llobregat (ATLL), toda vez que hay que esperar el fallo del Tribunal Supremo sobre el concurso. Sí se frena, mediante una moratoria, la creación de consorcios sanitarios, con presencia de capital privado, "y en algunos casos se revierten", según ha señalado Romeva. Es un plan de choque que, en opinión del cabeza de lista de JxSí, podría suscribir Catalunya Sí que es Pot.

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La propuesta iniciará ahora su recorrido por las asambleas territoriales de la CUP previas a la asamblea general del domingo en Girona. Los negociadores cuperos simplemente recogieron el documento y evitaron todo pronunciamiento sobre él. El lunes, un consejo político traducirá lo acordado en la asamblea a la aritmética parlamentaria.

Quien sí se ha posicionado, y rápido, es Endavant, el colectivo integrado en la CUP y que representa el ala dura, el sector más contrario a la investidura de Mas. En un comunicado, Endavant ha llamado a rechazar la oferta de JxSí e ir a elecciones en marzo, porque, de lo contrario, se regalará "todo el capital político de la CUP al proyecto regeneracionista de Podemos, estancando así el voto independentista por debajo del 40%".