TÉCNICA PUBLICITARIA EN AUGE

La política se viraliza en la calle

El 'tramabus' de Podemos circulando por Madrid y el 'sí' gigante por la independencia de Catalunya, situado en distintos lugares del territorio, son dos ejemplos recientes de 'street marketing' aplicado al mensaje político, una práctica que se va extendiendo.

La política se viraliza en la calle_MEDIA_3

La política se viraliza en la calle_MEDIA_3 / DAVID CASTRO

TONI AIRA

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Qué tienen en común unos patitos de goma, un autobús tuneado con caricaturas de políticos salpicados por la corrupción, y un globo blanco con un 'sí' gigante dentro? Pues un creativo detrás, seguramente formado en una de nuestras facultades de publicidad y relaciones públicas, donde hace furor la querencia por lo que los aborígenes del lugar describen como 'street marketing', y que no deja de ser aquel clásico «si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma». Traducido y actualizado: que el ciudadano de a pie se dé de bruces con un gancho publicitario atractivo y de impacto que, además, de tener suerte, llamará la atención de redes sociales y de medios de comunicación clásicos como la televisión. Esto último ayudará a viralizar una campaña de publicidad determinada. La política se va poniendo a ello.

'FRIKIZAR' LA IMAGEN

Esta semana, sesudos analistas criticaban en televisión el 'tramabus' de Pablo Iglesias: «Podemos corre el riesgo de 'frikizar' su imagen y de dar la sensación que se les han acabado las ideas». Pero ahí estaban todas las tertulias políticas de principios de semana (unas cuantas y en casi todos los canales) hablando de los podemistas. Y eso, gracias a aquellas conjunciones astrales propias de quien tiene estrella, la misma semana en qué se conocía que Mariano Rajoy tendría que desfilar ante un juez como testigo en el 'caso Gürtel', y dos días antes de que fuera detenido el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, sospechoso de haber desviado fondos en el Canal de Isabel II. Y el 'tramabus', cada uno de esos días, merodeando por enclaves relacionados con estos casos de corrupción que salpican al PP.

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Podemos, por tanto, en la agenda de los medios, ahí fijado como claro antagonista de la corrupción y de sus protagonistas políticos, y además tirando de humor y triunfando en las redes sociales, como con el tuit que publicó la formación lila al poco de saberse la detención de González. ¿El texto del mensaje?: «El 'tramabus' se nos queda pequeño para tanta trama, pero ya estamos buscando alternativas». Y foto adjunta de un montaje donde se unían a un primer bus tres vagones, al estilo de los autobuses públicos articulados.

LA "CASTA" YA CANSA

Podemos va mirando de dejar atrás lo de «la casta», que ya cansaba (como todo hoy en día, que nos cansa y pasa de moda rápido) y que algunos les devolvían cual bumerán, señalando que ellos ya mandan y están en las instituciones, como los otros partidos. «La trama», en este sentido, es un nuevo concepto, idea-fuerza o eslogan que los de Iglesias intentan proyectar para estigmatizar a lo que señalan como los partidos instalados que durante décadas han gobernado. Ellos los señalan (al PP, PSOE y CiU) y así pretenden erigirse en su alternativa para los ciudadanos que están cansados de tantos escándalos de corrupción. Y también de tener la sensación de que durante años estos partidos se han mantenido impunes por aquel «no nos haremos daño» del chiste del dentista. Eso es «la trama» que pretende fijar en el lenguaje popular Podemos, y para ello ha encontrado dos grandes aliados en la crónica de juzgados y en un autobús llamativo que correrá por la ciudades de España durante las próximas semanas. Campaña de publicidad barata y efectiva.

CURIOSIDAD

Uno de los recursos clásicos del 'street marketing', y de la publicidad en general, es crear expectativa. En cine, esa función la asumen los 'teasers' (más cortos y poco concretos que los 'trailers'). Lo primero es generar curiosidad, preguntarse: «¿De dónde saldrá y qué querrá decir eso?». Como los globos gigantes tipo cómic que hace pocos días empezaron a aparecer en diferentes ciudades catalanas, con un sí grabado en el centro. El 'hashtag' #unsígegant (igual como el de #tramabus impulsado por Iglesias y los suyos) empezó a circular por la red a partir de tuits programados por los impulsores de la campaña. Ahora sabemos que es cosa de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), para empezar la campaña por el sí en el referéndum independentista. Pero antes de desvelar de qué iba la cosa, diferentes prescriptores (políticos, intelectuales, famosos y ciudadanos afines a sus tesis) habían tuiteado con fotos de esos 'sí' gigantes, compartiendo su teórica sorpresa por haberse tropezado con tal cosa. Pocos días después, el desenlace, y la foto en la mayor parte de medios, con su presidente, Jordi Sànchez, posando junto a uno de esos reclamos. Campaña fijada en redes y en medios convencionales, mensaje claro, simpático y bien relacionado con su impulsor. Misión cumplida.

"PSEUDOACONTECIMIENTOS"

Es una adaptación explícitamente publicitaria de lo que el maestro de periodistas Lorenzo Gomis bautizó como «pseudoacontecimientos», acciones o eventos creados básicamente para llamar la atención de los medios de comunicación (y así obtener eco gratis y presencia en la sección de noticias). Como cuando la CUP llenó fuentes públicas de Barcelona y otras ciudades del Área Metropolitana como Sant Cugat del Vallès, L'Hospitalet de Llobregat o Badalona con los típicos patitos de goma amarillos de las bañeras. Con esa imagen llamativa consiguieron atraer «la foto» en diarios y televisiones, y viralizaron en los medios a su campaña '¡ReMunicipalizemos el agua, movámonos!' Lo que toda la vida hemos descrito como hacer el número, pero con gracia, imaginación al poder y, sobre todo, con intención.

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Porque los impactos publicitarios que recibimos a diario son muchos. Porque nos llegan por tierra mar y aire. Y, muy especialmente, porque por todo ello ya la mayoría de ciudadanos hemos desarrollado una especie de impermeable invisible que hace que nos resbalen la mayoría de mensajes que marcas, instituciones o partidos políticos nos quieren hacer llegar. Es por eso que el 'street marketing' busca un metafórico cogernos por las solapas y captar nuestra atención a golpe de diferencia y por la vía del impacto emocional. Pretende generar de todo menos indiferencia, interponiéndose en nuestro camino y en el de los medios, y ya luego quien lo quiera que lo coja o que lo aparte, pero, al menos, que se haya fijado en ello.