la estrategia del partido lila cara a las generales

Podemos buscará abanderar la unidad popular sin perder su sello

Pablo Iglesias, durante la rueda de prensa que ofreció ayer en Madrid.

Pablo Iglesias, durante la rueda de prensa que ofreció ayer en Madrid.

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Corría el mes de marzo cuando Pablo Iglesias entrevistó a Manuela Carmena en el programa televisivo La Tuerka y la ahora alcaldesa en ciernes de Madrid le afeó dos errores que, a su juicio, comete Podemos: copiar estructuras desgastadas de los partidos y olvidarse de dar explicaciones a los ciudadanos. Iglesias pareció haber asimilado la crítica de Carmena, y en su primera comparecencia tras el 24-M, abonó la idea de convertir a Podemos en un "paraguas" que cobije la "unidad popular". No fue explícito. Iglesias, que tiene la capacidad de ser rotundo en lo accesorio y críptico en lo que le incomoda, explicó que su partido tiene que "trabajar" para atraer a "compañeros que están en otros sitios" al imán de Podemos en las elecciones generales. ¿Dónde radica la novedad? En que los estatutos de Podemos solo aplican el concepto "unidad popular" como estrategia para las elecciones locales.

El secretario general explicó que quiere que su partido se convierta "en una referencia para muchos sectores que a lo mejor no quieren estar en Podemos" pero luchan por un cambio político. ¿Significa eso que la organización va a diluir su marca para amalgamar más acentos? No hubo respuesta explícita. Por una parte, parece imposible que el partido renuncie a su sello, puesto que los estatutos dicen claramente que concurrirán a las legislativas "con la marca y herramienta Podemos al frente". Por otra, resulta significativo que Iglesias subraye ahora el concepto "unidad popular" y que ayer destacara cómo los críticos de IU afines a Tania Sánchez se unieron a la candidatura de Podemos en la Comunidad de Madrid. Sánchez, que acababa de pronunciar su famoso "no me integraré en Podemos, punto", renunció entonces a hacerlo, pero recientemente ha dejado entreabierta esa posibilidad.

Catalunya es distinta

La tesis de abrir el partido a otras sensibilidades no se concretará en una coalición para las legislativas. Iglesias volvió a negar esa posibilidad y le recordó a Alberto Garzón, de IU, que la viene pidiendo, que "la unidad popular no tiene nada que ver con acuerdos entre partidos" ni con "balsas de salvamento para nadie".

Sin embargo, el planteamiento estratégico de Podemos para Catalunya es distinto. Desde el inicio, los estatutos recogen la determinación de "habilitar mecanismos para que la decisión de concurrir a las elecciones con marca propia se adapte a las condiciones concretas e incluso, en algunos casos y si se diesen condiciones específicas, posibilite ser partícipe de agrupaciones más amplias", una posibilidad que esta semana ha confirmado la secretaria general del partido en Catalunya, Gemma Ubasart, al hablar de "alianzas" políticas y sociales que podrían incluir a ICV.

Pablo Iglesias aseguró ayer que Ubasart y su equipo serán quienes decidan cuál ha de ser la fórmula para que Podem concurra a las elecciones en una comunidad, catalunya, de la que dijo que tiene un "ecosistema político más complejo" y "con más matices" que el estatal.

El PSOE ha cambiado

Sobre la posibilidad de pactos con el PSOE, Iglesias no anunció grandes novedades. Evidenció que ha percibido un cambio de actitud por parte de los socialistas, a los que ve ahora más dialogantes, y confirmó un encuentro personal con Pedro Sánchez la próxima semana. Los escollos están en Aragón y la Comunidad Valenciana, territorios en los que Podemos no tiene claro si debe apoyar al candidato del PSOE para la presidencia.

Iglesias guardó su mejor ironía para referirse a la campaña agresiva de Esperanza Aguirre (PP). "Es la rival ideal. Ojalá se presentara a las elecciones" generales, señaló.