MOVIMIENTOS EN LA IZQUIERDA ALTERNATIVA

Podemos e ICV también confluirán en las generales

Joan Herrera y Pablo Iglesias, a su llegada a la sede de ICV, ayer en Barcelona.

Joan Herrera y Pablo Iglesias, a su llegada a la sede de ICV, ayer en Barcelona.

JOSE RICO / BARCELONA

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Por más paños calientes que sus líderes se empeñen en poner, la brevedad de la reunión de este viernes entre las cúpulas de ICV y Podemos en la sede de los ecosocialistas en Barcelona y su rezumante optimismo a la salida indicaban claramente que todo estaba más que hablado y que a la coalición de la izquierda alternativa catalana cara al 27-S solo le falta poner fecha para la rúbrica. Lo cierto es que también faltan flecos no menores, como el nombre de la cosa y del cabeza de cartel, pero la voluntad (y necesidad) de entente es tal entre ambas partes que ya han acordado incluso exportar la fórmula a las elecciones generales, previstas para noviembre.

El éxito del experimento de Barcelona en Comú y la constatación demoscópica, con el barómetro del GESOP difundido esta semana por EL PERIÓDICO como ejemplo definitivo, de que unidos están en sólidas condiciones de disputarle la victoria a Artur Mas fueron las espoletas que forzaron a ICV y a Podemos a renunciar a sus maximalismos en pos del pacto. El partido lila, cuyo líder, Pablo Iglesias, rechazaba hace seis meses un «frente de izquierdas» en Catalunya, cambió de opinión y ofreció a los ecosocialistas forjar una alianza sin siglas y con «nuevos liderazgos». Una invitación a su homólogo de Iniciativa, Joan Herrera, a ceder el paso. Y el coordinador ecosocialista le respondió ayer afirmativamente al postular como candidato de ICV al 27-S a su actual portavoz en el Congreso, Joan Coscubiela.

El sondeo del GESOP pronosticaba que ahora mismo una «confluencia» de izquierdas empataría en votos con Mas y quedaría a una distancia de dos a cinco escaños de la 'llista del president'. En cambio, sin esa alianza progresista, Iniciativa sufriría un fuerte castigo y podría quedarse con apenas cuatro diputados, mientras que Podem irrumpiría con fuerza en el Parlament, pero se debería conformar con la tercera o cuarta posición, y una quincena de escaños por debajo de Mas. El interés, pues, es mutuo, y de ahí que tanto Herrera como Iglesias usasen ayer la palabra «generosidad» para definir las premisas con las que negocian la nueva marca.

PRIMARIAS EN JULIO

Aunque ayer no estuvo en la foto, Procés Constituent será la tercera pata de una coalición que ahora tendrá que buscar una cabeza visible a poder ser tan mediática como Ada Colau. En esa lista se integrarán Coscubiela (una vez supere el filtro de las primarias en ICV), el periodista Albano Dante Fachin (ganador de las primarias de Podem) y la monja Teresa Forcades (candidata elegida por Procés Constituent). Y el candidato de consenso deberá ser ratificado también por cada fuerza en unas primarias previstas para la segunda quincena de julio. En paralelo, dos grupos de trabajo darán forma a la campaña y al programa electoral.

Coscubiela, figura con pedigrí sindicalista y que esta legislatura ha destacado como azote sin tregua del Gobierno del PP, relevó a Herrera en el 2011 como candidato de ICV-EUiA a las elecciones generales, y fuentes ecosocialistas apuntan que sobre la mesa está la opción de que ahora se intercambien los papeles y el líder del partido vuelva a la política estatal para integrarse en la candidatura de «confluencia» que concurrirá a los comicios legislativos, previstos para noviembre.

ACTITUDES DIFERENTES

En esa lista, Pablo Iglesias ha hecho un hueco a ICV pero no a Izquierda Unida, a la que ayer volvió a atizar aprovechando el pacto con Herrera: «Iniciativa tiene una madurez sobre el papel que deben ocupar las viejas identidades y los viejos símbolos en la nueva política con la que coincidimos más». Traducido: IU no quiere sacrificar la sigla y el líder como ha hecho ICV. Esta relación tirante es la que dificulta de momento que EUiA se sume a la «confluencia» catalana.