Podemos aprieta el acelerador y no se fía de las encuestas

No quieren morir de éxito. Ni dormirse en los laureles de las expectativas. Mañana a primera hora los dirigentes de Podemos se reunirán en Madrid para evaluar cuál ha de ser su reacción ante la publicación de diversos estudios demoscópicos que les sitúan como primera o segunda fuerza política en el ámbito español. No tendrán todavía sobre la mesa la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), como esperaban, porque la presentación del estudio ha sido retrasada hasta media semana para ponderar los datos, pero las filtraciones sobre el éxito de Podemos que recogerá este barómetro y también otros sondeos ya publicados -el del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) el jueves pasado y el de Metroscopia hoy- están causando tal impacto en la opinión pública que sus líderes quieren analizar cómo gestionar un éxito tan precoz como arrollador.

Tienen claro que no van a lanzar un mensaje triunfalista y son muy conscientes del peligro que comporta sobrealimentar expectativas. Si Pablo Iglesias no descorchó una botella de cava en las pasadas elecciones europeas, no va a hacerlo tampoco cuando conozca los datos del CIS desde Bruselas. El mensaje será esperanzador, pero comedido. Ilusión sí, pero nada de pensar que la batalla contra el PP y el PSOE está ganada, porque «el cielo», parafraseando a Iglesias, se conquista en las urnas, no en las encuestas.

LA PRECAMPAÑA / La revolución del CIS, sin embargo, sí que obliga a Podemos a pisar el acelerador de la precampaña cuando todavía no ha concluido la asamblea ciudadana. El próximo miércoles a medianoche finaliza el plazo para presentar candidaturas a los órganos del partido y el sábado 15 de noviembre el vencedor será proclamado secretario general en un acto en Madrid. Hasta entonces, las reacciones serán todo lo moderadas que permita el contexto, pero una vez que Iglesias sea oficialmente el líder de Podemos, la precampaña habrá empezado.

Los dirigentes son conscientes de que el resto de partidos también engrasan la maquinaria de la campaña electoral. El PP, como adelantó este diario, está elaborando encuestas internas para conocer intención de voto y valoración de candidato, que es el primer paso para elaborar la estrategia de campaña. El PSOE y UPD están en la fase previa, con los contactos preliminares a la elaboración de los cuestionarios, pero a lo largo de noviembre pueden disponer también de datos clave.

Podemos no tiene dinero para encuestas, y por increíble que parezca, ahí reside parte del éxito del partido: en la combinación del efecto underdog (sentimiento de solidaridad ante el que no parte como favorito o no tiene recursos) con el efecto carro vencedor (deseos de unirse al probable ganador).

CATALUNYA, TODO ABIERTO / Desde Madrid, los dirigentes de Podemos miran a Catalunya con preocupación, alertados por un posible adelanto electoral que llegaría sin tener todavía operativa la estructura autonómica. En realidad, todo está abierto aún. Tanto que Podemos no descarta ahora concurrir a las elecciones al Parlament bajo el paraguas de otras siglas o con fórmulas alternativas. Este hecho supondría una excepción a lo acordado en la asamblea ciudadana, en la que se aprobó que el partido se presentará a los comicios autonómicos con marca propia.

El estratega del partido, Íñigo Errejón, estuvo el miércoles y el jueves pasados en Barcelona para avanzar en los contactos con miembros de Podem y también con «otros actores» de cara a impulsar candidaturas y pactos. «Vamos a estar con marca propia, salvo circunstancias especiales, y en Catalunya concurren todas las circunstancias especiales», explica Errejón.

Aunque el dirigente prefiere no revelar detalles, fuentes próximas admiten que se han entablado conversaciones con Guanyem y con Procés Constituent, aunque no se confirma si buscan una candidatura unitaria. «Vamos a esperar a ver qué pasa el 9-N e iremos tomando decisiones», puntualiza Errejón.

Esta mañana se reúnen en Rubí los 95 círculos catalanes. Según explica la portavoz Bea Rilova, en el orden del día del encuentro está el análisis del escenario político catalán y también clarificar cómo deben producirse las conversaciones con otras fuerzas políticas y cuáles son las líneas rojas de Podem.