comité federal

Podemos, ¿aliado o enemigo del PSOE?

Pedro Sánchez los considera adversarios, pero los socialistas andaluces no descartan alianzas

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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El PSOE se rebela a morir emparedado entre el PP y Podemos. El dilema es dilucidar si el partido de Pablo Iglesias debe ser considerado aliado o enemigo y este debate enfrentó ayer a los miembros del comité federal socialista. La línea oficial que defiende el secretario general, Pedro Sánchez, implica dar un golpe de timón a la estrategia seguida hasta ahora y tratar a Podemos como adversario para frenar la sangría de votantes socialistas que se ha dado a la fuga.

Esta postura levanta discrepancias en el seno del PSOE, y aunque la dirección asegura que solo son diferencias de «matices», la línea de Izquierda Socialista y el PSOE andaluz lo sacaron este sábado a debate sin remilgos. Sánchez identificó al PP con la resignación y a Podemos con el populismo, y aunque no citó explícitamente el nombre del partido de Iglesias, la estrategia es clara. «El PP se frota las manos con el auge del populismo, porque sabe que es una forma de perpetuarse y debilitar al PSOE», advirtió Sánchez.

Las divergencias surgieron incluso antes de que empezase la reunión. A las puertas de la sede, José Antonio Pérez-Tapias, de la corriente Izquierda Socialista, ya alertó de que él defiende una alianza con Podemos para evitar que el PSOE «se quede en el aislamiento». «No hay que cerrar ninguna puerta, y tampoco a Podemos, máxime cuando su electorado es el que está descontento con el partido socialista», retó. Pérez-Tapias tuvo un aliado inesperado que defendió esta misma tesis: Juan Cornejo, secretario de organización del PSOE en Andalucía. «No voy a calificar a ninguna fuerza como populista» advirtió Cornejo, que considera que descartar de antemano posibles coaliciones «es anticiparse». La discrepancia tiene relevancia por el peso específico del socialismo andaluz en el seno del PSOE y la enmienda que puede suponer implícitamente a Sánchez, con quien hasta ahora ha habido paz y consenso.

Tras las intervenciones de los discrepantes, en su turno de réplica, Sánchez prefirió no avivar el incendio y, aunque no retrocedió, evitó colgar el cartel de enemigo oficial a Podemos: «Nuestro adversario político es el PP, que quiere dividir el voto de izquierda y eso es lo que tenemos que denunciar».