Palma pasa del juicio de la infanta

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina llegan, este martes, a la Audiencia de Palma para acudir al jucio del 'caso Nóos'.

Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina llegan, este martes, a la Audiencia de Palma para acudir al jucio del 'caso Nóos'. / periodico

MARGALIDA VIDAL / PALMA

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Poco interés ciudadano, mucha expectación mediática. La presencia de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín y Jaume Matas en el banquillo de los acusados no ha sido suficiente para movilizar a los mallorquines. El ‘caso Nóos’ es la enésima causa que investiga la corrupción política en Baleares. La excepción se ha convertido en regla y ver a mandatarios de alto nivel en los juzgados ya no es novedad en las islas.

Este martes empezaba la vista oral de los acusados por el ‘caso Nóos’ en la Escuela Balear de Administración Pública (EBAP), situada en el polígono de Son Rossinyol de Palma. En la calle, solo dos personas con banderas republicanas esperaban hacer valer su reivindicación ante Cristina de Borbón y su marido el primer día de la vista. El resto eran policías y periodistas.

El amplio despliegue de las fuerzas de seguridad, que ocupan todos los días buena parte de la calle en la que se sitúa el edificio, ha contrastado con la ausencia de curiosos que se han acercado a ver a los imputados. Los medios también eran numerosos, con periodistas de prensa, canales de televisión y radios estatales y algún medio extranjero.   

La declaración de Jaume Matas ha sido la más concurrida de la primera semana, con una decena de personas de público. El resto de las 36 sillas disponibles para cualquier ciudadano, quedaron vacías. Para el resto de testificaciones que se han producido hasta el momento, la expectación ciudadana todavía ha sido menor.

Muy diferente era la situación en el 2010. Fue en aquella época cuando los primeros políticos de alto rango imputados en casos de corrupción eran enjuiciados. Entonces, decenas de personas acudían a los juzgados, en el centro de Palma; abucheaban a políticos y aplaudían a magistrados y fiscales en sus entradas y salidas.

Precisamente en el año 2010, en marzo, Jaume Matas, expresidente del gobierno y del PP baleares, y exministro del gobierno de Aznar, se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados. Era por una de las más de 20 piezas que forman el ‘caso Palma Arena’, y la indignación de la población se hacía notar.

CARÁCTER ISLEÑO

Seis años después, los políticos baleares siguen acudiendo a juicios. Durante este tiempo, Matas ya ha sido condenado a raíz de varias causas, una de las cuales lo llevó a pasar nueve meses en la cárcel. Pero todavía le quedan más juicios; y en este, va acompañado por dos miembros de la Familia Real.

Es conocida la calma y tranquilidad que caracteriza a los baleares; entrometerse en los asuntos de los demás no va con ellos. El imaginario popular dice que es precisamente este uno de los motivos por los que el rey Don Juan Carlos y su familia eligieron Mallorca y el palacio de Marivent para pasar sus vacaciones.

El ‘caso Nóos’ no interesa. Al menos, no interesa lo suficiente como para desplazarse al extrarradio. La decisión de celebrar la vista en el edificio de la Escuela Balear de Administración Pública ha sido logística. Los juzgados del centro de Palma no cuentan con una zona para prensa acondicionada para casos de esta magnitud.     

Es por las instalaciones de las que dispone que algunos macrojuicios se desarrollan en la EBAP, como fue el del ‘caso Kabul’, la mayor operación contra el narcotráfico vista en Mallorca.

De momento, la expectación que ha generado el juicio de la infanta es escasa. No interesa ver a los que, presuntamente, han robado dinero público. El comentario generalizado es que el dinero, se tiene que devolver.