EL DESAFÍO SOBERANISTA

«'President', ni un paso atrás'»

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XABIER BARRENA
BARCELONA

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Los catalanes se manifestaron este martes multitudinariamente frente a su ayuntamiento para protestar por la suspensión de la consulta de autodeterminación que convocó el Govern. En todas las grandes localidades excepto una, la capital. En Barcelona el gentío se han concentrado frente al Palau de la Generalitat. Que comparta plaza con el ayuntamiento fue ayer una mera anécdota. Las miradas y las consignas coreadas han tenido como destinatario al inquilino en horario laboral del Palau: Artur Mas.

La lluvia, sobre todo si es un aguacero como el que ha caído a media tarde, supone para este tipo de actos una especie de todo o nada: o los desluce y los arruina o les da un una aire épico. Y este martes tocó lo segundo. Se puede alegar que los paraguas abultan, sí. Pero también que las calles adyacentes estaban repletas de personas y que se puede intuir que han sido muchas las que desistieron de acercarse a Ciutat Vella.

Media hora antes del inicio del acto, de las paradas de metro cercanas, Jaume I y Liceu, ya salían personas ataviadas con la camiseta amarilla que pedían la ANC y Òmnium Cultural, las entidades convocantes. La lluvia era motivo de chanza: «Caray. Qué bien lo ha montado Rajoy. Hasta nos ha traído un diluvio» ha murmurado un manifestante, haciendo bueno, por una vez, aquella ironía que reza piove, porco governo.

Mientras los medios gráficos y escritos (y no pocos manifestantes, identificables por sus camisetas amarillas) se escondían de la cortina de agua en una franquicia de comida rápida, los asistentes han empezado a corear insistentemente el «Sí, Sí, votaremos» que, desde el pasado sábado, día de la firma de la convocatoria de la consulta, ha superado en frecuencia de canto al clásico de «independencia».

Con todo, tras la lectura del manifiesto, las consignas se han ido tornando más en una presión a Mas que en la expresión del anhelo de votar: «Ni un paso atrás, President». Este coro ha sido bastante mayoritario. Hubo otros, más sectoriales, menos populares, pero estruendosos, como el «desobediencia por la independencia» y «dignidad y coherencia: desobediencia».

Finalizado el acto, la plaza aún ha permanecido repleta un buen rato. Quizá porque la lluvia había cesado, por fin, dándole a a la escena cierto tono de Correfoc de la Mercè, con la gente en camiseta empapada de agua. El pasar de los minutos y la creciente proximidad del inicio del partido del Barça, por buscar una explicación, han ido dispersando al personal más resistente.

4.000 en Girona y Tarragona

En Girona han sido 4.000 las personas concentradas en la plaza del Vi. El manifiesto unitario de la ANC ha sido leido por el escritor y periodista Josep Maria Fonalleras entre constantes gritos de «independencia» y «queremos votar», según informa Ferran Cosculluela.

La actriz Txe Arana y el director del festival Temporada Alta, Salvador Sunyer, han colgado de forma simbólica el primer cartel a favor del Sí-Sí en la fachada del consistorio. «Hemos de demostrar que no tenemos miedo, que queremos votar y votaremos», ha afirmado Arana.

También 4.000 fueron los concentrados en la plaza de la Font de Tarragona. El historiador Jaume Sobrequés ha leído el manifiesto de la ANC y de Òmnium Cultural común en toda Catalunya, informa Rafael Morales.

Ecos del pleno de Lleida

En Lleida, informa Eva Visa, unas 3.000 personas han llenado la plaza de la Paeria y parte de la calle mayor para reivindicar el derecho a decidir.

La manifestación ha estado marcada por el pleno extraordinario celebrado por la mañana en el que se ha debatido el apoyo de la Paeria a la celebración de una consulta, pero en el que el alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, ha decidido no someter a votación las dos mociones, presentadas por los grupos de CiU y PSC, en favor del derecho a decidir. El gobierno municipal ha argumentado que no puede desacatar la suspensión del Tribunal Constitucional porque incurriría en una ilegalidad. Los manifestantes han recriminado este hecho al edil con gritos de «Ros, dimisión».