Partidos nacionales ven un "engaño" intento plebiscitario de los soberanistas

Luis Rabell advierte que si gana Junts pel Sí, lo único seguro es que Artur Mas repetirá como presidente de la Generalitat y volverán a aplicarse las recetas neoliberales

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Los partidos independentistas catalanehan defendido este martes el carácter plebiscitario del 27S y fijan la legitimidad para seguir con el proceso en un mínimo de 68 escaños, mientras que las fuerzas políticas de ámbito nacional insisten en que son unas elecciones autonómicas y atacan a Artur Mas por su engaño.

Porque de "engaño" y "perversión" han calificado la pretensión del presidente Artur Mas de convertir estas elecciones autonómicas, las terceras en cinco años, en un primer paso hacia la independencia, ha afirmado, entre otros, el candidato del PP a la Generalitat, Xavier García Albiol. Ha dejado claro que el 27 de septiembre habrá autonómicas en Catalunya y ni ese día ni el 31 de diciembre se declarará la independencia y, ante la posibilidad de que sea proclamada, ha advertido de que el Gobierno actuará de forma contundente.

También desde el PP, el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, ha arremetido contra Mas por este nuevo "delirio" que atribuye irónicamente a las altas temperaturas veraniegas y ha recordado al presidente su encadenamiento de fracasos electorales. Por eso se "esconde" en el número 4 de la lista soberanista Junts pel Sí. 

Otra de las voces populares, el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maíllo, ha afirmado que las elecciones del 27 de septiembre son una ocasión "magnífica" para apostar por el PP y mandar a Mas "a su casa".

Desde el PSOE, Antonio Hernando, el portavoz en la Cámara baja, cree que la convocatoria de elecciones pone de relieve "un doble fracaso" de Mas y del Gobierno por no dar una solución política a un problema político y una "doble mentira" del presidente de la Generalitat por generar unas expectativas que no se han creado ni se crearán. Tampoco el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, comparte ese carácter plebiscitario que quiere dar el Govern al 27-S por mucho que Mas así lo quiera y se ha mostrado convencido de que "el pueblo catalán va a votar en términos más amplios que la cuestión nacional".

UPyD, según ha puesto de manifiesto su portavoz parlamentaria, Rosa Díez, piensa que el nacionalismo separatista del presidente catalán está más preocupado por "los mitos" y no por los derechos de los ciudadanos, y ha apostado por una comunidad "plural, democrática y libre". En las antípodas de esas posturas, el portavoz de ERC en el Parlamento catalán, Sergi Sabrià, ha respaldado ese mínimo que ha establecido Artur Mas -68 diputados, la mayoría absoluta del Parlament- para dar legitimidad al proceso independentista catalán y que empiece a "tirar para adelante".

Si la candidatura de Junts pel Sí y la de la CUP superaran conjuntamente el 55 por ciento de los sufragios el camino soberanista tendría "plena legitimidad", ha afirmado, por su parte, el diputado de la CUP David Fernández, ya que es la barrera reconocida internacionalmente en referendos de autodeterminación, ha explicado. Y en el medio de ambas posiciones enfrentadas se sitúa Uniò que se reivindica fuera del "inmovilismo" del PP y también al margen de la independencia "express" que quieren Convergencia y ERC, ha asegurado el diputado en el Congreso Antoni Picò, quien también ha rechazado el marchamo plebiscitario que busca Mas.

También equidistante se posiciona la candidatura Catalunya sí que es Pot, que agrupa a ICV, IU y Podemos, entre otros, que ha arremetido contra las formaciones independentistas por la "confusión general" que están creando sobre la mayoría que consideran idónea para avalar la independencia, ha dicho su candidato Lluís Rabell. Ha advertido, además, que si gana Junts pel Sí, lo único seguro es que Artur Mas repetirá como presidente de la Generalitat y volverán a aplicarse las recetas neoliberales.