El Parlament solicita el derecho a la autodeterminación

El Parlament de Catalunya ha pasado este jueves de las palabras a los hechos. Tras varias declaraciones de soberanía, de autoreconocimiento como sujeto político, en un pleno extraordinario, ha aprobado por 87 votos a favor, 43 en contra y las tres abstenciones de la CUP solicitar al Congreso que ceda las competencias necesarias para realizar una consulta de autodeterminación. Eso sí. Todos los presentes, los 133 diputados y los ilustres invitados en la tribuna (entre ellos el 'expresident' Jordi Pujol) no han escondido que conocen la respuesta que se producirá en la Cámara baja. Es decir, el 'no'.

La propuesta ha dado carta de naturaleza a la división en el PSC que se había anunciado en las últimas horas. La fractura se cifra en un desacuerdo del 20% del grupo parlamentario. La ausencia del alcalde de Lleida, Àngel Ros, que renunció a su escaño el día antes de la votaciónLleidaÀngel Ros, y los tres diputados que han roto con la disciplina de voto, Marina Geli, Núria Ventura i Joan Ignasi Elena, forman esos cuatro de 20 que sí apoyan la via tramitada por CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP.

Ovación a los díscolos

Tras la votación, los partidarios de la consulta han ofrecido una cerrada ovación a los tres díscolos del PSC. Solo Geli se ha levantado de su escaño y, emocionada, ha agradecido el homenaje. A escasos tres metros de ella, Jordi Pujol se unió al aplauso y, cuando sus miradas se han encontrado, el expresidente de la Generalitat ha asentido con la cabeza.

Trazada con tiza, y con anterioridad, la línea entre partidarios y detractores de la medida, el sucinto debate sirvió para que cada grupo se reafirmara en sus postulados. El socialista Maurici Lucena ha tildado la propuesta de "impostura" y de intento de "trágala" al Estado Maurici Lucena . Ha tratado, también de diferenciarse del PP, con aceradas críticas al Gobierno popular, del que dijo que "no entendía nada".

La presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ha reiterado su oposición a la independenciaPPCAlicia Sánchez-Camacho y, para ello, ha recordado palabras pronunciadas por el propio 'president', Artur Mas (que no intervino en el debate), en el 2002 en las que alertaba de la posible frustración que podía acarrear un proyecto independentista: "Cuánto ha cambiado, señor Mas", le ha espetado.

La dirigente conservadora ha advertido de que el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, "no aceptará chantajes ni imposiciones". También ha acusado a Mas de dejar Catalunya "más dividida que nunca" con su apuesta por el Estado propio.

Referendo "de 'Barrio Sésamo'"

Albert Rivera, de Ciutadans, ha intentado el jaque mate vía la paradojaAlbert RiveraCiutadans. "Si piden la competencia para hacer el referendo es que no la tienen, es de 'Barrio Sésamo'", en referencia a un estupendo programa infantil de cuando Rivera era pequeño. "Y así", ha seguido, "cuando el Congreso diga que no, señor Mas, ya puede convocar elecciones anticipadas". Algo que el convergente Jordi Turull desmintió poco después: "Quedan otras cuatro vias (como propuso el consejo asesor de la transición nacional)".

Rivera, que ha mantenido en todo momento un tono disciplente, sardónico, distinto del grave adoptado por Camacho, ha acabado su intervención subrayando que "romper con España no es un proyecto". "Lo que hay que hacer es arreglar España".

Llamadas a la rectificación

En lo que al 'sí' respecta, el principal hilo común fue el lamento, la crítica y las llamadas a la rectificación a los socialistas por haberse alineado en el 'no' con PP y Ciutadans.

"El señor Navarro dijo que no pondría palos en las ruedas a la consulta, y el señor Lucena, que el PSC no estaba ni con unos ni con otros, y el hecho es que votan con PP y Ciutadans", ha clamado Turull. Para el ahora presidente del grupo parlamentario de la minoría de Gobierno, el 'no' del PSC facilita "el trabajo" a Rajoy. Pese a todo, ha concluido que "los catalanes quieren votar y decidir y, que a nadie les quepa duda de que los catalanes votarán y decidirán".

"¿Quién tiene miedo de un referendo?", ha preguntado Marta Rovira (ERC)Marta Rovira  tras recordar que en una consulta están todas las opciones representadas. "Los ciudadanos han dado muestras de ser más democrátas" que los grupos que se oponen a ella. La republicana también ha aludido al 'no' del grupo socialista a la petición de cesión de competencias para realizar la consulta. "Creíamos que estaríamos todos los que llevamos la consulta en el programa electoral", ha dicho. Y ha sentenciado que "esta es la búsqueda de la vía legal y pactada." Mirando a la bancada socialista, ha añadido: "Es su propuesta".

Una nueva etapa

La portavoz de ICV-EUiA, Dolors Camats, ha dado su apoyo a la petición de transferencia de competencias por cuanto es obvio que hay un sentimiento "mayoritario" de abrir una nueva etapa y "en democracia, la mayoría no puede verse sometida a un marco legal, en este caso, la Constitución"Constitución.

"Quien hoy tiene un problema es quien niega que haya un conflicto entre Catalunya y España y una voluntad por superar el marco estatutario", ha dicho Camats. Y esa aspiración, ha añadido, solo puede verse "legitimado por las urnas". Ha levantado Camats la bandera de la "radicalidad democrática" para aseverar que "no es una cuestión de Catalunya y España, es también sobre la democracia".

Dura réplica

Quim Arrufat (CUP) quiso dar una imagen gráfica del porqué de la abstención de su grupoQuim ArrufatCUPabstención: "Hemos ayudado a tramitarlo, pero ahora nos quedamos en la estación y vosotros (en referencia a CiU , ERC e ICV-EUiA) en cuanto volváis de Madrid [con el 'no'], empezaremos a trabajar en serio para realizar la consulta". La mayor dureza la ha mostrado el diputado de la CUP para responder a una referencia a los "tres millones de españoles que emigraron a Catalunya" que hizo, con anterioridad, Camacho. "No patrimonialice, con tintes casi racistas a buena parte de los catalanes".