La calidad de la democracia

El Parlament pasa el corte

IOLANDA MARMOL
MADRID

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El Parlament no es el peor de la clase, sino más bien un alumno gris con lagunas importantes, según el primer Índice de Transparencia de los Parlamentos (Ipar) que se dio a conocer ayer en Madrid. Así, la Cámara catalana salva el resultado global del examen al que se ha sometido con un discreto bien, 63,5 puntos sobre 100, pero algo por debajo de la media general, situada en 64,1 puntos. Es decir, de los 19 parlamentos analizados -los 17 autonómicos más el Congreso de los Diputados y el Senado-, el de Catalunya queda décimoprimero en la competición de la transparencia y destaca positivamente en la relación que mantiene con los ciudadanos (ahí ocupa el quinto lugar de esta lista) y a la hora de contratar servicios.

¿En que asignaturas flojea más el Parlament? Pues según desveló ayer Transparencia Internacional (TI) en España, organización que ha elaborado dicho estudio, se lleva dos suspensos claros. Por una parte, en el indicador económico-financiero, donde logra un espurio 14,3 sobre 100 (peor solo está Baleares), que hace referencia a la información que publica la web de la Cámara catalana sobre contabilidad, créditos, pago a proveedores, auditorías internas, gastos que realizan los diferentes grupos parlamentarios, las dietas que perciben sus miembros y sus condiciones laborales.

Tampoco logra aprobar cuando se somete a valoración su ajuste a los criterios de la nueva ley de transparencia: Catalunya queda en último lugar, empatada con Canarias, en lo que concierne a la claridad (más bien falta de ella) con la que informa sobre contratos, el importe por el que se licencian, los convenios, las subvenciones que se otorgan, quiénes se benefician de ayudas públicas y cuáles son las retribuciones de los altos cargos parlamentarios.

A LA ESPERA DE LEY CATALANA / Tras hacerse público este informe, fuentes del Parlament quisieron subrayar que sus resultados generales son similares a los que obtiene el Congreso de los Diputados en el mencionado estudio. Además, estas mismas fuentes puntualizaron que la Cámara de Catalunya no da subvenciones en ningún caso y que, en lo que atañe a la ley de transparencia,  los distintos grupos están actualmente negociando la redacción de una ley en este sentido.

En todo caso, los responsables de este Índice de Transparencia de los Parlamentos ya contaban con que sus resultados no gustarían a todo el mundo. «Las críticas nos lloverán a partir de ahora, porque hay datos que no van a gustar, pero estamos convencidos de que eso espoleará a los parlamentos a trabajar y los índices serán mejores el año que viene», afirmó ayer Jesús Lizcano, presidente de TI en España. Los responsables del análisis admiten que en los resultados preliminares se llevaron «un chasco» aunque, al final, las conclusiones no son tan desastrosas como se llegaron a temer. Y avisan de que la mayoría necesita mejorar.

De hecho, Lizcano llegó a referirse de forma concreta ante la prensa al caso catalán, considerando que la baja puntuación obtenida por su Cámara se debe a la falta de un portal de transparencia, una herramienta que sí han incorporado otros parlamentos y que, según explicó, facilita enormemente que la información fluya al ciudadano. «Mi consejo es que imiten a las mejores, porque si no hay nada que ocultar, la transparencia no cuesta nada», recomendó el responsable del índice. En la misma línea argumental, el jurista y fundador en España de Transparencia Internacional, Antonio Garrigues, se mostró taxativo: «No queremos decir que haya voluntad de ocultación, sino que no hay transparencia, que es distinto», afirmó el abogado, quien auguró que el Parlament «mejorará de forma inequívoca» el próximo año.

LA PRESIÓN SOCIAL / En cuanto a los resultados globales, los parlamentos más transparentes de España son el de Cantabria (su media es de 98,8 puntos sobre 100), Navarra (87,2 puntos) y el Senado (83,8). Por su lado, el Congreso se sitúa en mitad de la tabla, con un discreto 65 sobre 100. Los peor posicionados -en realidad, los únicos que suspenden con todas las letras- son Murcia (42); Canarias (42,3) y Baleares (45). Pero la valoración de los impulsores del estudio es, en general, optimista.

«Es indudable que quieren quedar bien y que a veces lo hacen por presión social», admite abiertamente Lizcano, quien sentencia que, en definitiva, lo importante es que las instituciones hagan esfuerzos por resultar más transparentes ante la sociedad.

Transparencia Internacional ya tiene otro proyecto similar entre manos: poner la lupa sobre los partidos políticos. De momento ya ha enviado a 10 fuerzas (PP, PSOE, UPD, CiU, IU, ERC, PNV, Coalición Canaria, Equo y Ciutadans)  un cuestionario para determinar si son o no transparentes.

SOLO UN PARTIDO APRUEBA / No hay resultados definitivos, pero ya se adelantó ayer que solo un partido consigue aprobar, según las conclusiones preliminares. También se les ha remitido un listado de compromisos ante la corrupción para que lo suscriban y se les ha invitado a que incluyan, si puede ser para las europeas, medidas en este sentido en sus programas electorales.