El Parlament inicia los trámites para corregir la ley del cine catalán

PP y C's rechazan la normativa por fomentar "las cuotas y las sanciones"

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El Parlament ha admitido a trámite este miércoles con el aval de CiU, ICV-EUiA, PSC y la CUP un proyecto de ley que pretende modificar la ley del cine catalán, después de que un dictamen de la Comisión Europea advirtiera de que la norma vulneraba preceptos comunitarios.

En una intervención ante el pleno del Parlament, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, ha defendido que la ley aspira a "fortalecer el cine catalán y en catalán", y ha explicado que no sólo persigue corregir los defectos señalados por Europa, sino que también introduce otras novedades.

El texto de la ley elimina la obligación de distribuir en lengua catalana un 50 por ciento de todas las copias analógicas de las películas que se estrenen en Catalunya, un punto que generó polémica cuando se aprobó en junio de 2010, y sobre el que falló la Comisión Europea.

Ahora la nueva norma precisa que se "tienen que impulsar acuerdos industriales con los sectores de distribución cinematográfica y audiovisual y de exhibición que aseguren de manera progresiva la presencia normalizada de obras en catalán".

En el caso que no se consigan estos acuerdos en el plazo de seis meses desde la entrada en vigor de la ley, las empresas distribuidoras y exhibidoras tendrán que cumplir varias obligaciones, que no se precisan en la norma y que se dejan para el reglamento de la ley.

Finalmente, la ley fija un plazo máximo de diez años para que las obras dobladas o subtituladas en catalán consigan "los niveles de consumo equilibrados con otros sectores culturales y de la comunicación", como el teatro, la lectura, las radios y los periódicos, ha argumentado el conseller.

Mascarell ha dicho que, más allá de adaptar la ley al derecho comunitario, la norma también pretende fomentar la digitalización del sector del cine, y buscar la máxima colaboración entre actores del sector para combatir el "brutal descenso" de espectadores.

El conseller ha explicado que la gente que compraba una entrada de cine en Catalunya ha pasado de los 32 millones (año 2001) a los 15 (2013); también ha admitido una "escasa penetración" del catalán en las salas, ya que en 2001 había un 2,2 por ciento de espectadores en catalán, y en 2012 subió hasta el 4,4.

Negociar con "pistola"

El PP y C's han presentado sendas enmiendas a la totalidad que han sido rechazas y el diputado popular Rafael López ha dicho que la reforma de la ley del cine catalán incurre en el mismo error que la norma original, que es el de querer imponer cuotas lingüísticas y sanciones a distribuidoras y exhibidoras: "Querer pactar con cuotas y sanciones significa querer pactar con una pistola".

También ha criticado la ley la diputada de C's Carmen de Rivera, que ha augurado que la nueva norma se acabará convirtiendo "en una mala película de juicios", ya que vuelve a utilizar la lengua para hacer un proteccionismo comercial que en nada beneficia al sector, ha argumentado.

Rendirse a la 'majors'

Pese a avalar que se tramite la norma, el diputado de la CUP Quim Arrufat ha censurado que el Govern impulsa esta ley para arrodillarse ante los intereses de las multinacionales del cine, que desde el primer día "se han pasado por el forro" una normativa que lo que pretende es promocionar y dignificar el catalán.

Tampoco le gusta la normativa del Govern a ERC, ya que Teresa Vallverdú ha cuestionado que se tenga que modificar la normativa, y ha lamentado que el gobierno de CiU no la haya aplicado en los más de cuatro años que lleva en vigor: "Lo que se debería haber hecho es desarrollar el reglamento y aplicar la norma".

La diputada Dolors Camats (ICV-EUiA) ha defendido la necesidad de tener una ley así porque en estos momentos sólo se puede ver cine en catalán en Barcelona --cuatro películas dobladas y dos subtituladas, ha expuesto--, y el diputado Xavier Sabaté ha defendido que se puede defener la promoción del catalán sin ser nacionalista ni independentista.